Capítulo 440
El subordinado de Lome salió volando con una patada.
Los espectadores no pudieron sentir lo fuerte que fue su patada.
Solo vieron al subordinado volando más de dos metros y estrellándose contra el suelo, dejando escapar dolorosos gemidos.
James se acercó con sus zapatos de cuero.
¡Clam! ¡Clam! ¡Clam!
Al dar un paso adelante, sus zapatos agrietaron el suelo.
Lome inconscientemente retrocedió unos pasos asustado.
Era aterrador. Habría estado sufriendo de dolor si esa patada lo hubiera golpeado.
"Ni siquiera aguantaste una patada".
James se acercó al subordinado y lo miró con condescendencia.
Bajo las innumerables miradas, James levantó el pie y volvió a patearlo.
El hombre rodó como una pelota, derribando mesas y sillas en el pasillo.
"¡Argh! ¡Basta! Basta...".
El subordinado estaba horrorizado.
Las patadas anteriores le habían fracturado varios huesos del cuerpo y sufría un dolor insoportable. Moriría si recibía otro golpe.
James miró a Lome y dijo con indiferencia: "Solo han sido dos golpes. Aún quedan treinta y ocho más. ¿Quién los va a recibir?".
Lome tragó su saliva.
Esta basura de la que se rumoreaba que era inútil era aterradora.
'T-Tú ve".
Lome empujó a otro de sus subordinados.
Él se negaba a devolver los tres millones de dólares.
El subordinado dio un paso adelante tímidamente.
"¡M-Mocoso! ¡N-no te tengo miedo!", dijo el subordinado mientras temblaba.
A pesar de sus duras palabras, todo su cuerpo temblaba de miedo.
James se acercó, extendió la mano para agarrar el brazo del subordinado y lo torció hacia abajo.
"¡¡Arghü!".
El rostro del subordinado se distorsionó y gimió de dolor.
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