Capítulo 7 22 Nadie esperaba que fuera un héroe nacional que simpatizaba con los pobres y dedicaba su vida a proteger a la nación. Una persona como él terminó con un destino tan miserable.
Miles de personas se reunieron frente al juzgado. Todos ellos bajaron la cabeza en silencio. Muchas mujeres lloraron en secreto por él.
“Jaime….”
Una voz vino detrás de él. James se dio la vuelta y vio a Henry persiguiéndolo.
Henry se le acercó y le preguntó: “¿A dónde vas, James?”
James levantó la mano débilmente y palmeó el hombro de Henry, diciendo: “Te aprecio. Ya no tienes que preocuparte por mis asuntos. Vuelve a las Llanuras del Sur. Alguien tiene que estar allí para administrar las ciento cincuenta ciudades. No dejes que las Llanuras del Sur caigan en el caos”.
“Pero, tú…” James agitó su mano e interrumpió a Henry.
“No te preocupes. Estaré bien. Aprovecharé esta oportunidad para descansar muy bien. Estoy agotado. Increíblemente agotado.
James lo tranquilizó y se giró para irse.
La gente en la entrada retrocedió sensatamente para abrirle un camino. Caminó por el camino que la multitud le abrió.
Se sentía increíblemente largo, y James podía decir que le tomaría algún tiempo caminar por este camino lleno de gente.
“¡Restaura la posición de James! “¡Sol necesita a nuestro héroe!”
Una voz estalló entre la multitud.
Los demás también hicieron lo mismo y gritaron juntos. El canto se hizo más y más fuerte. James sintió el zumbido en sus oídos y se sintió frustrado. Aceleró el paso, queriendo salir de este camino rodeado de gente lo antes posible.
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