Capítulo 423
Tenía que ponerse en contacto con alguien lo antes posible y buscar ayuda. Su teléfono había sido confiscado. Si quería llamar a la policía, tenía que recuperar su teléfono.
Ryan llegó a la playa y miró a su alrededor, pero aún no encontró a Joanna.
Sin embargo, estaba seguro de que Joanna no podía abandonar esta isla. Ella debe estar escondida en alguna parte.
Pensando en esto, Ryan se volvió.
Planeaba registrar de nuevo las pocas casas en ruinas. Mientras buscara cuidadosamente, los encontraría.
“Esta isla es tan pequeña. ¡Ryan volverá!” Juana pensó por un momento. No podía simplemente sentarse allí y esperar la muerte. “Lilia, acuéstate aquí y no hagas ruido”.
“¡Mami, tengo miedo! ¿Qué vas a hacer?” Lilia lloró de miedo cuando vio que su mami salía.
Joanna consoló a su hija suavemente. “Sé bueno. Escóndete aquí y no hagas ruido. Mami atraerá a los malos.
“Mami, no…”
“Sé bueno, no te muevas”. ¡Joanna consoló a su hija y salió del gallinero!
¡Sabía que Ryan los encontraría pronto!
La única forma de salvarse ahora era atacar primero.
Joanna tomó el machete, encontró algunos ladrillos y se escondió detrás de la puerta.
Solo estaba esperando que Ryan regresara y lo tomara con la guardia baja.
Diez minutos tarde.
Se oyeron pasos desde fuera del patio.
El corazón de Joanna también estaba en su garganta. Sabía que Ryan había vuelto. Y tenía un arma en la mano.
Ryan acababa de entrar al patio.
Joanna salió corriendo y le cortó el cuello con el machete.
“¡Ahhh!” Ryan Haynes fue acuchillado en la espalda.
Ryan volvió en sí y disparó a Joanna.
¡Joanna no pudo esquivar a tiempo y solo pudo correr el riesgo y saltar!
La bala le rozó el pelo y falló. Joanna lo cortó de nuevo.
¡Estallido! ¡Estallido!
Dos tiros más fallados, y los dos forcejearon.
Después de todo, ella era una mujer y su fuerza no era comparable a la de Ryan. Cayó pesadamente al suelo y Ryan la estranguló, casi desmayándose.
A Joanna le estaban estrangulando el cuello y no pudo resistirse. Solo podía andar a tientas y, por casualidad, su mano pareció tocar un palo de madera, tal vez la pata de un taburete.
¡Joanna agarró la pata del taburete y golpeó con fuerza la cabeza de Ryan!
¡El clavo de hierro en la pata del taburete atravesó el globo ocular de Ryan!
“¡Ah!”
Ryan tenía tanto dolor que casi se desmaya en el acto. La sangre brotó de la órbita de su ojo y Joanna suspiró aliviada.
“¡No!” Joanna lo acuchilló de nuevo.
Comments
The readers' comments on the novel: El regreso de su inigualable ex esposa