Capítulo 475
Capítulo 475
“Bruce, ¿puedes decirme qué hiciste?” Joanna miró a Bruce y preguntó entre sollozos.
El corazón de Bruce le dolió aún más y las lágrimas volvieron a brotar.
Nadie podía mantenerse limpio en el sucio mundo de los negocios, y mucho menos mantenerse alejado de los problemas.
El castigo por su crimen puede ser severo o leve. Podría ser condenado a muerte o considerarse que no ha cometido ningún delito atroz.
Depende de cómo el abogado luchará por ello. Sería mejor si pudiera salir del apuro después de pagar una multa.
Si no se podía solucionar con dinero, le pediría al abogado que le ayudara a conseguir un cargo menor para poder salir de la cárcel unos años antes.
“No me preguntes más. No es bueno que sepas demasiado”.
Joanna resopló y le dio dos puñetazos. “¡Bruce, bastardo! ¿Por qué siempre me haces llorar?
“Para de llorar. Este no es el momento de llorar.
“No te preocupes. Estaré en la cárcel unos años como máximo. Saldré pronto.
“Sé bueno cuando no esté cerca”.
Joanna no respondió y lloró aún más amargamente.
Bruce arqueó levemente las cejas y bromeó con ella: “Si solo me sentencian a tres o cinco años, tendrás que esperarme y no podrás tener una relación ambigua con ningún otro hombre.
“Por supuesto, si me sentencian a más de 10 años, no tienen que esperarme. Encuentra un buen hombre para ti y cásate con él. Pero tienes que dejar mi propiedad a nuestros hijos. Me enojaré si le das mi dinero a otro chico”.
Cuando Joanna escuchó esto, le golpeó el pecho con enojo. “¡Bastardo! ¿de qué estás hablando? ¡Nadie quiere tu dinero apestoso!
Mientras Joanna hablaba, las lágrimas corrían por su rostro.
Bruce se rió entre dientes y continuó burlándose de ella: “Me has estado odiando. Ahora obtuve lo que merecía y tal vez tenga que pasar el resto de mi vida en prisión. Deberías estar feliz, ¿verdad?
“¿Por qué todavía estás de humor para burlarte de mí en este momento?”
“¿Qué puedo hacer? Ya es demasiado tarde para arrepentirse”.
Joanna se arrojó en sus brazos y lo abrazó con fuerza, llorando.
En ese momento, ella realmente no podía soportar separarse de él.
Todo el odio que sentía por él en el pasado desapareció en un instante.
Ella no quería y ya no lo odiaría más.
Bruce levantó la barbilla y la miró a los ojos con afecto. “Vamos, deja de llorar. Incluso si fuera a la cárcel, tal vez podría hacer algo.
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