Capítulo 1017 Pequeños trucos
Mientras tanto, a Estella le estaba entrando hambre de tanto esperar, así que salió por la puerta. Tan pronto como llegó abajo, escuchó a Aubree expresar su intención de pasar la noche.
Las campanas de alarma sonaron en la cabeza de Estella. Caminó hacia el lado de su padre. Papá y la Sra. Jarvis no se habían reconciliado, ¡y ella se enojaría aún más si se entera de que la Sra. Pearson va a pasar la noche aquí!
Peor aún, Estella temía que su padre hiciera que Aubree se convirtiera en su madre. La niña miró a su padre con los ojos muy abiertos y sin pestañear y transmitió sus pensamientos sin pronunciar una palabra.
Lucian se encontró con los ojos de Estella y le acarició la cabeza reconfortantemente, luego volvió su mirada hacia Aubree. El corazón de Aubree latió con fuerza al darse cuenta de que la respuesta de Lucian no era lo que ella quería oír.
“Deberías ir a un hospital por eso. No podría explicarle a mi madre si tu condición empeora. El tono de Lucian era frío.
Después de hablar, el hombre se levantó del sofá.
Estella inmediatamente agarró la pernera del pantalón de su padre y lo siguió de cerca.
Mirando al padre y la hija que se marchaban, Aubree miró maliciosamente a la pequeña figura junto a Lucian.
¡Esa pequeña perra otra vez!
Un momento después, Aubree volvió a dirigir su mirada a Lucian. Entonces, ¿podrías venir conmigo al hospital, Lucian? Estoy un poco asustado.”
Lucian la miró de soslayo con una burla, pero al considerarlo, asintió en silencio.
Como ella se había caído en su casa, fue muy educado que Lucian la enviara a recibir tratamiento.
“¡Papá!” Estella tiró de la pierna del pantalón de su padre, luciendo renuente.
Papá acompañó a la Sra. Jarvis toda la noche al hospital cuando la envió esa vez. Me temo que papá haría lo mismo por la señorita Jarvis.
Comments
The readers' comments on the novel: El secreto que nos separa
Cómo sigue ahora la novela. Me he quedado enganchada...