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El secreto que nos separa novel Chapter 1052

Capítulo 1052 Temperatura por debajo del mínimo

Archie aprovechó la oportunidad para salir corriendo de la mansión con Estella a cuestas. Luego se escondieron en un rincón y esperaron a que Benny se fuera. Dentro de la mansión, Catalina acababa de servirle un vaso de agua a Benny y asumió que estaba a punto de subir las escaleras.

Para su sorpresa, Benny le hizo una cortés reverencia. “Gracias, Sra. Catalina. Me despediré ahora. Catalina frunció el ceño con perplejidad. ¿Qué pasa con Archie? Ambos vinieron juntos, por lo que no podía entender por qué se irían por separado.

Benny frunció los labios con aire de culpabilidad. “Archie se fue hace un rato. Él y yo nos colamos aquí sin decírselo a mamá y nos atraparon. Probablemente le esté dando una buena bronca ahora mismo.

Catalina asintió comprensiva. Ella encontró sus payasadas divertidas. No puedo creer que hayan venido tan lejos solo para visitar a un amigo. La Sra. Jarvis debe estar fuera de sí por la preocupación.

De repente recordó lo que sucedió anteriormente y ofreció: “Le pediré a alguien que te lleve a casa”. Benny agitó las manos con ansiedad. “N-No hay necesidad de eso. Mi mami me está esperando afuera”, balbuceó una mentira.

Catalina no reflexionó sobre sus palabras y asintió. “Ten cuidado.” Benny asintió obedientemente con la cabeza y salió trotando de la mansión. Una vez que estuvo afuera, rápidamente corrió hacia Archie y Estella.

Archie los saludó. “¡Vamos!” Los otros dos asintieron y lo siguieron obedientemente.

Después de salir de la mansión, Archie y Benny estuvieron especialmente atentos. Tenían a Estella con ellos, por lo que sería malo para ellos encontrarse con los niños mayores que conocieron anteriormente.

Afortunadamente, no se encontraron con esos niños durante su viaje y llegaron con éxito al cruce.

Después de terminar sus tareas, Catalina recordó con retraso que se había olvidado de invitar a los chicos a quedarse a almorzar. Supuso que ya habían llegado a casa.

Sin pensarlo mucho, subió a buscar a Estella. Sin embargo, no hubo respuesta incluso después de que llamó a la puerta por un tiempo.

“EM. Estela? ¿Puedo entrar ahora? preguntó Catalina preocupada. Abrió la puerta con cuidado para darse cuenta de que la habitación estaba vacía. No había nadie a la vista.

El corazón de Catalina se hundió hasta el fondo de su estómago. “EM. Estella? ella levantó la voz.

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