Capítulo 1068 Pensando demasiado
“Sí”, espetó Roxanne. Esa respuesta hizo que Estella volviera a sonreír. Sin embargo, todavía encontraba que la vista de las flores era una monstruosidad.
Los niños también detestaban la flor, así que la pusieron en un rincón. “Esto está ocupando espacio. ¡Pongámoslo aquí primero!” Roxanne estaba al tanto de las intenciones de sus hijos, pero no hizo comentarios al respecto. De repente, el timbre volvió a sonar.
Los hermanos se tensaron mientras subconscientemente protegían a Estella detrás de ellos. Si el Sr. Damaris fue quien presionó el timbre antes, ¡entonces este debe ser el Sr. Farwell! ¡Todavía no hemos jugado a las escondidas con Essie!
Roxanne pensó lo mismo, pero a pesar de que no estaba dispuesta a dejar que Estella se fuera, abrió la puerta. Cuando vio a la persona en la puerta, se quedó perpleja. “Señor. ¿Dámaris? ¿Por qué estás de vuelta aquí? ¿Hay algo mas?”
Jack sonrió impotente. “Es posible que deba quedarme en tu casa por un tiempo porque alguien pinchó mi llanta con un clavo. Se desinfló después de que conduje por un tiempo”.
Mientras hablaba, miró a los niños algo intencionalmente.
Sin dudarlo, Roxanne lo dejó entrar.
Jack se preguntó en voz alta: “Es extraño. El neumático estaba bien cuando vine por la mañana. No sé cuándo fue pinchado por un clavo”.
Al detectar su mirada, los chicos lo miraron con confianza. ¿Por qué nos mira? ¡No hicimos nada! ¿Está tratando de sembrar discordia entre mami y nosotros?
Un segundo después, Jack apartó la mirada.
De pie detrás de los chicos, Estella escondió sus manos detrás de su espalda con aire de culpabilidad y jugó con sus dedos.
¿Qué va a hacer ahora, señor Damaris? ¿Qué tal si te envío de vuelta a casa? sugirió Roxana.
“No hay necesidad. Ya me he puesto en contacto con la empresa de remolque. El conductor me recogerá una vez que lleguen, así que me quedaré aquí hasta entonces”.
Comments
The readers' comments on the novel: El secreto que nos separa
Cómo sigue ahora la novela. Me he quedado enganchada...