Al escuchar las palabras de su padre, Estella frunció los labios con fuerza mientras desesperadamente contenía las lágrimas.
¡No puedo llorar! Si papá y la Sra. Jarvis se han peleado, definitivamente no podré verla más. Depende solo de mí ayudarlos a reconciliarse.
En ese instante, Estella recordó el consejo de los chicos: esfuérzate por hacerte más fuerte. Durante todo el viaje de regreso a casa, Estella no derramó una sola lágrima.
Cuando Lucian la sacó del auto al llegar, se sorprendió por la expresión de su rostro. A pesar de parecer que iba a estallar en lágrimas en cualquier segundo, las estaba conteniendo tenazmente.
Lucian se preguntó qué había causado un cambio tan grande en ella. Cuando trató de sostener su mano, esperando que ella se negara, Estella obedientemente dejó que la tomara.
Lleno de emociones complicadas, Lucian condujo a Estella de regreso a la mansión. En el momento en que entraron, vieron a Sonya, cuyo rostro estaba contorsionado, sentada en el sofá.
“¡Si hubieras vuelto más tarde, habría ido a recoger a Essie yo mismo!”
Sonya miró a su hijo antes de cambiar su mirada hacia Estella. “Essie, ven aquí y dale un abrazo a la abuela”.
Aunque Estella había cambiado mucho, el miedo que le tenía a Sonya no disminuía ni un ápice.
Las palabras de Sonya hicieron que se escondiera dócilmente detrás de Lucian.
Lucian llamó a Catalina: “Lleva a Essie arriba”.
Catalina dejó escapar un silencioso suspiro de alivio antes de inclinarse para tomar la mano de Estella.
Simpatizando con la mirada lamentable en el rostro de Estella, Catalina la instó en un tono suave: “Vamos, señora Estella”.
Comments
The readers' comments on the novel: El secreto que nos separa
Cómo sigue ahora la novela. Me he quedado enganchada...