Capítulo 1094
Aubree hizo caso al consejo de Frieda. En la tarde del mismo día se dirigió a la residencia Farwell.
Incluso le compró a Estella algunos pasteles en su camino hacia allí.
Después de llegar a la mansión, Aubree presionó el timbre.
Catalina vaciló por un momento cuando vio a Aubree en la puerta. Sin embargo, le abrió la puerta a la mujer cuando recordó lo que dijo Lucian.
“EM. Pearson”, saludó respetuosamente Catalina.
Bajando la cabeza, Catalina dio un paso atrás. Estaba haciendo todo lo posible por mantenerse alejada de la vista de Aubree.
No estaban exactamente de acuerdo cuando se encontraron las últimas veces.
Aunque Catalina solo hizo lo que le dijeron, no pudo evitar que Aubree todavía tuviera prejuicios contra ella.
Al darse cuenta de que Catalina estaba tratando de evitarla, Aubree frunció los labios con desaprobación y se burló: “Eres rápido para abrir la puerta esta vez”.
Catalina se quedó callada
¿Dónde está Luciano? ¿Él no está en casa? Aubree no deseaba insistir más en Catalina. Después de todo, ya había planeado despedir a este último después de casarse con Lucian.
“Señor. Farwell se dirigió a la oficina para trabajar horas extras temprano en la mañana”.
Antes de irse, Lucian le había dicho a Catalina que a Aubree se le permitía entrar en la residencia Farwell en cualquier momento.
Esa fue la razón por la que Catalina le abrió la puerta a Aubree.
Aubree asintió y echó un vistazo a las escaleras que conducían arriba. “¿Qué hay de Essie? Estoy aquí para visitarla.
Catalina se puso tensa. No obstante, ella optó por responder con la verdad. “EM. Estella está en su dormitorio.
Con el pastel en una mano, Aubree ya no le prestó atención a Catalina y subió las escaleras.
Catalina la siguió de cerca.
Por la mañana, antes de que Lucian se fuera, le había dicho que no dejara a Estella y Aubree solas por el momento.
Comments
The readers' comments on the novel: El secreto que nos separa
Cómo sigue ahora la novela. Me he quedado enganchada...