Login via

El secreto que nos separa novel Chapter 285

Capítulo 285 Recupérate en casa

Al día siguiente, Roxanne se despertó y se dio cuenta de que tenía un abrigo sobre el cuerpo. Lucian había puesto su abrigo sobre ella después de que se durmiera la noche anterior.

Roxanne se sentó y miró alrededor de la sala, pero Lucian no estaba a la vista.

Extrañamente, se sentía vacía por dentro.

Roxanne estaba aturdida cuando se abrió la puerta de la sala. Volviéndose hacia su hombro, vio a Lucian entrar de puntillas, vistiendo nada más que una camisa. Parecía realmente agotado.

Cuando sus miradas se encontraron, la mirada de Lucian se oscureció. Su voz era ronca cuando preguntó: “¿Estás despierto?”

Roxanne asintió en respuesta. Después de una breve vacilación, se levantó y colocó el abrigo sobre Estella. La niña aún dormía profundamente.

La mirada de Lucian se suavizó cuando vio lo que ella hizo. Se acercó a ella y miró su muñeca vendada. “¿Cómo te sientes? ¿Necesitas curar tu herida? preguntó con preocupación.

Roxanne negó con la cabeza con calma. “No hay necesidad de eso. Puedo cambiarlo yo mismo en casa. La medicina en el hospital podría ser más ineficaz que mi propia medicina”.

Como sonaba confiada, Lucian arqueó una ceja. Luego recordó su trabajo y su experiencia previa antes de asentir sin comprometerse.

Después de eso, se produjo un silencio incómodo en la sala.

“Si no hay nada más—”

Roxanne estaba a punto de despedirse de él cuando sonó la suave voz de Estella. “Milisegundo. Jarvis…”

La niña sonaba como si estuviera a punto de romper a llorar.

Una angustia instantánea se apoderó de Roxanne cuando se dio la vuelta apresuradamente para mirar a Estella.

Tal vez Estella había soñado con el evento de la noche anterior, porque las lágrimas corrían por sus mejillas a pesar de que todavía estaba dormida. Su carita estaba toda arrugada lastimosamente.

“Estoy aquí”, le aseguró Roxanne mientras limpiaba con cuidado las lágrimas de las mejillas de Estella.

Comments

The readers' comments on the novel: El secreto que nos separa