Capítulo 778 Abandonar a una adorable hija es tan cruel
Asustada, Roxanne realmente hizo lo que le dijo y se quedó quieta por un largo rato. Después de volver a sus sentidos, comenzó a luchar de nuevo. Al segundo siguiente, Lucian la sujetó debajo de él.
“Ya te lo advertí, pero aun así, no podías quedarte quieto. Si volvieras a retorcerte esta vez, no podría prometerte nada sobre lo que sucedería”. Se inclinó cerca de ella, sus ojos entrecerrándose peligrosamente.
El corazón de Roxanne se apretó mientras miraba el semblante del hombre que estaba a solo unos centímetros de ella. Quería luchar, pero estaba preocupada por sus palabras anteriores.
Justo cuando estaba perdida, un movimiento repentino sonó de la habitación de los niños de la nada. Ambos contuvieron la respiración. A medida que los sonidos de los pasos se acercaban cada vez más a la puerta, las cejas de Lucian se juntaron. Dejando caer su agarre sobre la mujer en sus brazos, reasumió una posición adecuada para sentarse sin expresión alguna.
Finalmente, Roxanne se liberó de las ataduras del hombre. Antes de que pudiera respirar aliviada, escuchó el clic de la puerta de la habitación de los niños abriéndose.
Cuando se le ocurrió pensar en la distancia entre ella y Lucian, su corazón se sacudió una vez más. Rápidamente saltó del sofá y se paró a un lado.
En el siguiente latido, la puerta de la habitación de los niños se abrió lentamente. Benny salió de la habitación aturdido mientras murmuraba: “Mami…”.
Estaba enfermo en primer lugar y no se sentía bien, por lo que incluso su sueño no fue tan tranquilo. Se despertó automáticamente después de dormir un rato e inconscientemente quería buscar a su madre.
Ante su voz juvenil, Roxanne miró a Lucian en el sofá antes de apresurarse hacia él. “Estoy aquí. ¿Qué ocurre?”
Benny se hundió en su abrazo. Al sentir el calor de su abrazo, la somnolencia lo asaltó de nuevo.
“¿Por qué estás aquí, mami?” Distinguiendo vagamente la espalda de Lucian en el sofá, sintió que algo andaba mal. Pero solo pudo murmurar esa pregunta ya que tenía tanto sueño que ya no podía mantener los ojos abiertos.
Al escuchar su pregunta, Roxanne no pudo evitar recordar su experiencia hace un momento. Ella se puso ligeramente rígida. “Salí a buscar un poco de agua”.
Comments
The readers' comments on the novel: El secreto que nos separa
Cómo sigue ahora la novela. Me he quedado enganchada...