Capítulo 988 Solo espera pacientemente
Las dos señoras bajaron las escaleras, una tras otra. Catalina colocó el recipiente térmico de Aubree sobre la mesa. Estaba a punto de decir algo cuando escuchó la voz fría de este último detrás de ella. “Como Lucian no puede comer eso, puedes terminarlo por él”.
Catalina se quedó momentáneamente atónita. Entonces se dio cuenta de lo que estaba pasando. Está desahogando su ira conmigo por lo que dije antes.
Al darse cuenta de eso, reprimió la impotencia en su corazón y respondió cortésmente: “Gracias. Es muy amable, Sra. Pearson. Aubree le lanzó una mirada gélida. Cuanto más miraba a Catalina, más furiosa estaba.
Tan pronto como recibí la llamada de la Sra. Farwell esta mañana, le pedí a mi ama de llaves que preparara el caldo. Esperé hasta que el caldo estuvo listo y lo traje aquí, pensando en endulzar a Lucian y quedar en su favor. Sin embargo, ¡nunca esperé que mis esfuerzos fueran arruinados por esta mujer! Y si mal no recuerdo, cuando Roxanne todavía estaba en esta casa, los dos parecían llevarse bien.
Al pensar en eso, Aubree parecía aún más molesta. “¿También deseas que Roxanne regrese?”
La pregunta salió de la nada y dejó atónita a Catalina por unos segundos. Finalmente, ella respondió: “Ese es un asunto personal del Sr. Farwell. Como subordinado, no me corresponde a mí comentarlo”.
Aubree resopló con frialdad. “Es bueno que lo sepas. En el futuro, será mejor que te mantengas alejado cuando esté hablando con Lucian.
Catalina sonrió amargamente mientras asentía, extrañando aún más el tiempo en que Roxanne había estado presente.
Como Lucian estaba ignorando a Aubree, Catalina pensó que este último se iría.
Lo último que esperaba era que Aubree se quedara toda la tarde.
Ninguna de las dos mujeres dirigió una palabra a la otra.
No fue hasta que terminó la escuela para Estella que Catalina sintió una sensación de alivio.
“Milisegundo. Pearson, voy a recoger a la Sra. Estella de la escuela. ¿Podrías…?
Estaba a punto de preguntarle a Aubree si a esta última le gustaría acompañarla.
Sin embargo, Aubree la interrumpió a mitad de la oración y dijo: “No tienes que ir. Ya que estoy aquí, debería ser yo quien la recoja.”
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The readers' comments on the novel: El secreto que nos separa
Cómo sigue ahora la novela. Me he quedado enganchada...