Capítulo 103
Kathleen no le creyó:
-¿Lo haras?
-Lo descubrirás cuando vengas a mi casa -respondió con voz ronca. Con eso, bajó su largo brazo que estaba presionando la puerta para cerrarla.
Kathleen salió corriendo de la habitación justo después, como si estuviera huyendo de una bestia salvaje. Sonriendo, Samuel murmuro en voz baja:
-No puedes escapar de mi.
Ella encontro a Charles y le agarró la mano.
-¡Vamos, Charles!
Con una mirada a sus labios, su hermano pregunto:
-¿Samuel te intimido?
El lapiz de labios de Kathleen se había desvanecido, lo que indicaba que la habian besado.
Las mejillas de Kathleen se sonrojaron. Ladró:
-¡No me lo recuerdes!
Charles se dio cuenta de que su especulación era cierta. «¡Samuel, maldito!>>
Kathleen entró en el coche y se abrochó el cinturón de seguridad.
-¿Sabes lo que me ha dicho Vanesa? – pregunto Charles mientras ponia en marcha el motor:
Kathleen negó con la cabeza.
-Me dijo que Nicolette ha estado viviendo en una mansión durante el último año. Alguien llamado Melvin Lambert ha estado cuidando bien de ella. Aparte de la restricción de movimiento, esta viviendo muy cómoda.
Los dedos de Kathleen se apretaron con fuerza al oír eso: «Sabia que Samuel no soportaria ver sufrir a Nicolette. Ha tomado grandes medidas para protegerla».
-Nunca espero que sea amable conmigo. Charles, no hace falta que me lo cuentes. No volveré con él – resoplo.
– Me alegro de que lo entiendas,
A Charles le preocupaba que Kathleen siguiera suspirando por su ekesposo. Diez años de amor no correspondido no es algo que se pueda olvidar de la noche a la mañana
«Si Kathleen puede dejarlo pasar, no tendria… Olvidalo. Tengo que decirle a Samuel que deje de molestarla», se dispuso
Charles llevó a Kathleen al set de rodaje. La miro a los ojos:
-Kate, no tengas miedo de nada. Estoy aqui para ti.
Ella asintió en señal de reconocimiento,
– Descansa. Hov te conseguire un guión. No pienses en nada más –recordó Charles
-Bien, Charles. Conduce con cuidado -dijo ella con cariño.
–Por supuesto. Sube, entonces-asintió él.
Kathleen se dio la vuelta y entro. Después, Charles encendió un cigarrillo. Al levantar la vista, vio el Maybach aparcado no muy lejos de el.
Resoplo ante la coincidencia. Salió de su coche y se acercó al Maybach.
Samuel abrió la puerta y pregunto con un tono escalofriante:
-¿Subes o salgo yo?
-Samuel, deja a mi hermana en paz. Kathleen ya no te quiere. ¡Entiendes? – amenazó con maldad.
-No, no lo entiendo -respondió Samuel con indiferencia. Charles le enseñó los dientes.
-No tienes vergüenza, ¿verdad? ¿Recuerdas cómo has tratado a Kathleen todos estos años?
-se que la he perjudicado en el pasado. Lo compensaré. Quiero tratarla bien en el futuro -dijo en voz baja.
-¿En el futuro? -Charles se rió con exasperación-. ¿Crees que tienes un futuro con ella? Permitiste que tu mujer hiciera lo que quisiera con Kathleen. ¡Una basura como tu deberia estar encerrada con esa zorra! ¡Deberian permanecer juntos! De esa manera, no causarás ningún daño a otras personas.
El rostro de Samuel se torno sombrio mientras advertia:
-No te pegaré porque no quiero molestar a Kathleen, pero eso no significa que te tenga miedo.
Charles se echó a reír al oír la amenaza:
– ¿De verdad crees que Kathleen apreciará esto?
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