Login via

Enamorándome de mi esposa provisoria novel Chapter 61

Capítulo 61

-No voy a tocar a Nicolette-dijo Samuel con voz fria, Solo Kathleen podia encantarle. Sin embargo, ella se negaba a creerle.

-Déjame salir de la cama. Todavía tengo muchas cosas que hacer hoy–pidió, cerrando los ojos.

–¿Que harás hoy?

— Tengo que visitar a Benjamin en el hospital por la mañana, y luego voy a visitar a Madeline por la tarde.

-¿Y yo que? -Samuel enterró su cara en el pliegue de su cuello-. No me incluiste en tus planes. -«Su tiempo pertenece a todos los demás. ¡Esto es exasperante!», se molestó.

– Pense que estabas ocupado – Kathleen dudó- ¿Qué planes tienes?

-Quiero tenerte durante todo el dia -dijo Samuel de forma mandona.

Kathleen respiro hondo.

-Samuel, no puedes hacer esto. Necesito mi tiempo para hacer mis cosas.

-Entonces, comamos juntos -cedió él. Rara vez se comprometia, e incluso Kathleen estaba sorprendida.

-De acuerdo -aceptó de mala gana.

Samuel curvo los labios:

-Ve al baño primero. Eres más lenta.

Kathleen se quedó sin palabras. Después de que entrara en el baño para ducharse, Samuel se dirigió al de la habitación de invitados para darse una ducha caliente.

Ella salió, envuelta en su toalla. Había marcas rojas visibles en su cuello y su clavicula. Los rastros del dia anterior permanecían en su cuerpo.

Para empezar, tenia una piel clara y suave. Con esas marcas parecía aún más seductora. Sin embargo, el dia anterior habia llorado de manera miserable.

Samuel no queria torturarla más. Decidió esperar dos días más para que se recuperara. Se puso el traje y para dirigirse a la empresa.

Kathleen no tuvo que hacerlo. Vestida con su comoda ropa de descanso, se preparo para comenzar sus bocetos.

Samuel se acercó a la parte delantera del escritorio y la rodeo con los brazos.

–¿Que pasa? -levantó la vista. El le dio un beso en sus labios rojos.

-¿Te recojo a mediodía o te vienes conmigo?

Kathleen hizo una pausa antes de preguntar:

-¿De verdad quieres comer conmigo?

-¿Crees que estaba bromeando? -frunció el ceno. Ella lo imito.

-Un poco.

-Nunca bromer -le acaricio la cara-. Te recogere.

-De acuerdo – Kathleen hincho las mejillas-. También vas a pasar a ver a Nicolette, ¿verdad?

Nicolette y Benjamin estaban en el mismo hospital.

El rostro de Samuel se ensombreció, y pensó que iba a perder los nervios. Sin embargo, dijo con voz fria:

– No. Solo iré a recogerte. -Se fue después de decir eso.

Kathleen se quedó sin palabras. Se sintió de repente incómoda.

Salio de casa a las diez de la mañana. Fue a visitar a Benjamin una vez que llegó al hospital, que ya habia recuperado la conciencia. Sin embargo, tardaria algun tiempo en recuperarse. El médico dijo que ya habia pasado el periodo critico. Lo único que necesitaba era descansar y recuperarse.

Se sento junto a su cama.

-Benjamin, gracias.

La cara del hombre estaba bastante pálida.

– No tienes que darme las gracias – frunció los labios y añadió-: Lo que importa es que estés bien.

-Estoy bien-dudó-. Te dare una receta cuando vuelva. Deberias probarla y ver si funciona.

-¿Me ha dicho Gemma que fue tu aguja de plata la que me salvó? -inquirió, con una mirada significativa.

-Si-asintió.

– Recuerdo que tu abuelo era practicante de medicina tradicional-frunció los labios-. Has heredado su legado.

-Solo conozco algunos pequeños trucos aquí y allá.

–¿Trucos pequeños? ¿Y aun asi te atreves a luchar con la Parca? -se burto. Kathleen se sintió incomoda. haciendo que el esbozara una débil sonrisa.

-¿Te estoy avergonzando?

Kathleen se sonrojó y se quedaron en silencio. Después de un largo rato, Benjamin dijo en voz baja:

Comments

The readers' comments on the novel: Enamorándome de mi esposa provisoria