Capítulo 78
Samuel se dio la vuelta y volvió a entrar en la casa.
Kathleen miro por la ventana mientras estaba sentada en la cama, abrazando sus rodillas.
La enorme cama la hacia parecer diminuta.
Samuci se adelantó y la abrazo por detrás.
– Nena, ¿estas molesta?
Kathleen se perdió. «¿Debería alegrarme?»
Samuel le beso suavemente las mejillas, las orejas, el pelo y el cuello desde atrás. En lugar de lujuria, sus acciones eran cariñosas.
-Solo quiero darte mi promesa. -Samuel explicó: Nena, dame una oportunidad, por favor.
Kathleen permaneció en silencio.
El aliento de Samuel era cálido.
-Todavia nos queda mucho tiempo, y no puedes seguir asi. Dame la oportunidad de hacer enmiendas.
La voz profunda de Samuel era magnetizante.
-Yo te gustaba. Es mi turno de cortejarte. ¿Por favor?
Kathleen frunció los labios.
– ¿Puedo creerte, Samuel?
-Si. -Samuel apretó sus brazos alrededor de ella-. Por favor, créeme esta vez.
Kathleen dudó.
-¿Incluso si mi corazón puede seguir siendo frio?
– Lo he dicho. Todavia tenemos mucho tiempo. El punto principal es que debes darme una oportunidad. Usaré el resto de mi vida para calentarlo. -Samuel le beso la cara.
Sabia que en el fondo de su corazón amaba a la tierna y amable mujer que tenia delante. No podia soportar entregarla a nadie más.
Kathleen suspiro apenada y guardó silencio. Sin embargo, no se resistió.
Aunque su cuerpo seguia rigido, Samuel sabia que Kathleen estaba de acuerdo en darle una segunda oportunidad
Al día siguiente, Kathleen recibió un beso matutino de Samuel antes de despertarse.
Había un toque de menta en su aliento.
Kathleen abrio los ojos y se sorprendió.
-¿Que hora es?
– Las ocho -Samuel le acarició la cabeza-. Me voy a trabajar. Puedes seguir durmiendo.
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Kathleen frunció el ceño.
-¿Por que me siento tan cansada a pesar de no haber hecho nada?
– Porque tienes una constitución corporal débil. -Samuel sonrió-. Supongo que tenemos que entrenarte pronto. No sólo en la cama, sino también fuera de ella.
Kathleen se quedó boquiabierta.
Samuel se sintió satisfecho al ver que la tierna niña se quedaba sin palabras ante su respuesta.
-Me voy a trabajar. -Samuel salió de la habitación.
Kathleen lanzó un suspiro.
Después de dormir un poco más, se levantó de la cama y se baño.
Luego bajó a desayunar y se dirigió al estudio de arte.
Desde ayer sentia curiosidad por el estudio. Sin embargo, estaba demasiado cansada para visitar el espacio.
Decidió comprobar la habitación hoy, ya que tenía tiempo.
El estudio de arte adoptó un estilo similar al del resto de la casa, pero mas minimalista. El estudio de arte er: cálido, ordenado y de construcción práctica.
Kathleen se aficionó al instante a la habitación.
Siguió mirando a su izquierda y a su derecha y se sintió eufórica.
Samuel habia organizado la entrega de sus cosas desde su condominio, y cada uno encontro su lugar en el estudio
Kathleen se sentó y miro por la ventana en silencio, con sentimientos complicados retumbando en su interior
En ese momento, sono su telefono
Echo un vistazo y vio que era una llamada de Diana,
–Abuela. -Kathleen respondió a la llamada.
-¿En qué estas ocupada. Katic? -dijo Diana con voz amable.
–Estoy en casa. Kathleen anadio-Nuevo hogar.
Diana se rio.
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