Capítulo 89
Kathleen frunció el cho
– No lo se
_Samuel por que necesitas saberlo? No piensas esperar a Kathleen cuando vaya a la residencia de los Macari, verdad? – Christopher se burle
irettaba insinuando a Kathleen el plan de Samuel. Ellacra todavia demasiado joven e inocente, sobre todo nata un hombre astuto como su enesposoa quien miro de reojo.
En realidad eta jugando conmigo. pero ino cacre en la trampa! jamás
Ha visitare cuando tenga tiempo. No necesito tu intervención. -Dejando el plato, agarró la mano de Christopher yuo tuc con cl hombre à cuestas.
Samuel la vio huit con una mirada de abatimiento en los ojos. Ella no ocultaba su desagrado por el, lo que le produjo un lucrtc dolor en el pecho.
Kathleen salio del banquete con Christopher y se disculpo:
-Lo siento Chris. Yo—
– No necesitas explicarte -la comprendió.
Ethicen st sentia agraviada Extendiendo la mano para darle una palmadita en la cabeza, Christopher la consolo
-No te lo tomes . pecho Kate. Todavia no te has acostumbrado a estar cerca de él. Estaras bien cuando te acostumbres
-Soy tan inutil-estaba frustrada.
Christopher le sonno
-Esta muy bien Kate Tomatelo con calma.
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Chris Bina pur consolarme
Nina tunis-Christopher le dirigió una 50
.- Sehietarde. Te llevare i cand
– he was deliciu al 5.1 Lawun preu? ¿No se
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De acuerdo – Fallcoh ILALIO WE ALS
Christopher se giro entonces para volver a entrar. De pie junto a la ventana, Kathleen miró por ella.
la vista nocturna era impresionante. De repente, una silueta alta apareció detrás de ella Kathleen vio el reflejo de Samuel en la ventana, intento huir, pero la abrazo.
-Déjame ir! lucha por liberarse de su abrazo, Ensadada y ansiosa, amenazó-¡Gritaré pidiendo ayuda si no me gucltas!
–Eres una cclcbridad. ¿No tienes miedo de que te vean los demás y le metas en un escándalo? No te tocare mientras no huyas de mi.bicn? -la voz de Samuel era ronca y profunda.
– Sueltamc!-se enfado.
Samuel la solto. Volviendose, Kathleen le lanzó una mirada de muerte.
-¿Qué quieres. Samuel?
Había una emocion incomprensible en los ojos del hombre.
– Tengo una pregunta para ti. Dijiste que me amabas desde hace diez años.
-Solia hacerlo! Ahora no te quiero -corrigió Kathleen.
Samuel sonrio con ironia:
-Lo se. Solo quiero saber, ¿cuando comencé a gustarte? ¿Fue cuando llegaste a la residencia Macari?
Kathleen soltó una risa seca:
-Samuel, me enamoré de ti antes de lo que imaginas.
-¿Fue cuando te caiste al agua? – frunció las cejas.
Mordiéndose los labios rojos, Kathleen negó con la cabeza. Samuel estaba desconcertado. «¿Fue incluso antes?
-Dime -Samuel dio un paso adelante y la agarró de la muñeca-: Dime, ¿cuando te enamoraste de mi?
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