Capítulo 1074
Al mismo tiempo en el despacho del Consejero Delegado del Grupo Santander.
Fernando estaba recostado en su silla y girando su bolígrafo. Y Ramiro le contaba a Fernando su itinerario de los próximos
dias.
Fernando escuchó a Ramiro mencionar que mañana habría una fiesta de celebridades. Fernando hizo una pausa por un momento y preguntó: “¿Debería traer una cita a esta fiesta?”
‘Si, señor Santander.
Fernando asintió, reflexionó unos segundos y dijo: “Sigue adelante”.
Fernando decidió llevar a Sabrina a esa fiesta.
Transmitió en vivo su boda con Sabrina, y toda la ciudad sabia sobre su matrimonio.
Sin embargo, Sabrina nunca habia ido a fiestas elegantes ni conocido a otras personas de la clase alta.
Siempre estaba en casa o en el trabajo.
Asi, Fernando quiso llevarla a la fiesta y conocer a los demás. De esa manera, podria hacer más amigos.
Ella solo tenia una amiga.
Fernando pensó que Sabrina necesitaba otros amigos además de Cindy.
Y Ramiro siguió contando el resto del itinerario.
Justo cuando el informe estaba casi terminado, Sabrina subió al último piso. Tocó la puerta y entró a la oficina con una gran sonrisa. Fernando la vio y agitó la mano para indicarle a Ramiro que se fuera.
Ramiro asintió. Tampoco quería ser la tercera rueda.
Y salió de la oficina.
Después de que cerraron la puerta, Sabrina miró a Fernando con una sonrisa. Dejó su bolso en el sofá. Camino hacia él, se sentó en su regazo y le rodeó el cuello con los brazos.
Fernando estaba sorprendido y también halagado por su acción.
Puso sus brazos alrededor de su cintura y dijo suavemente: “Esto es nuevo”.
“¿Hay buenas noticias?”
Sabrina se rió y frotó la nariz de Fernando como si fuera su gato y respondió: “¡Sí! ¡Hay dos! La primera es que la compañía no perdió mucho por el incendio en el set. Y la segunda buena noticia es sobre mi”.
Fernando solo sabía del incendio.
-Escuchó que fue Emma quien resolvió el problema con el aparato.
Pensó que las buenas noticias eran sobre eso.
¿Hubo otras buenas noticias? Fernando meditó por un momento y se congeló. Empezó a recordar todas las relaciones sexuales que habian tenido recientemente y pensó si habían tenido alguna sin protección.
¿Sabrina estaba embarazada de nuevo?
Podía mantener a sus hijos sin importar cuántos tuvieran.
Sin embargo, ella había dado á luz a Sherry no hacía mucho tiempo. Su cuerpo no estaba preparado para tener otro. Si tuviera que elegir entre Sabrina y el bebé, la elegiría a ella sin dudarlo.
Al pensar en el cuerpo de Sabrina, Fernando miró a Sabrina y le sugirió: “Tu cuerpo no puede soportarlo, cariño. Ya no quiero tener hijos. Necesitas tiempo para recuperarte de la última vez, cariño”.
Fernando acarició el vientre plano de Sabrina.
Lo acarició suavemente una y otra vez.
“Todavía no tiene un mes. Podemos hacer el aborto sin dolor”.
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