Capítulo 1099
Casi no había nadie en el camino en la oscuridad.
Fernando caminó lentamente, de la mano de Sabrina. La luz de la luna los coloreaba a través de las ramitas de los árboles.
Después de caminar un rato, Sabrina se acercó a Fernando de repente y le dijo en voz baja: “Fernando, besame, por favor“.
Esta noche fue hermosa y resolvieron los problemas con Emma. Sabrina estaba muy feliz y quería que Fernando la besara.
“¿Está seguro?” Fernando estaba ansioso por besar a Sabrina después de que ella lo invitó.
Su voz era baja y sus ojos estaban hundidos.
Fernando pensó que Sabrina estaba cansada después de volar.
Quería hacer el amor con ella ansiosamente.
“¿Por qué dudas? Si no quieres besarme, olvidalo“. Sabrina vio que Fernando no se movia en absoluto, por lo que ato para dar un paso adelante, dejándolo solo a propósito.
Fernando detuvo a Sabrina y la empujó bruscamente contra el árbol, acariciando suavemente su cabello y dijo con voz profunda: “Sabrina, quiero. Te deseo mucho. Simplemente no quiero cansarte“.
Sabrina solo queria un beso, pero las palabras de Fernando la hicieron sonrojar. Su voz temblaba con timidez, “Solo besame suavemente“.
Un beso no fue suficiente para conocer a Fernando.
‘No puedo hacerlo suavemente“, respondió Fernando mientras la besaba con fuerza.
Fernando acarició suavemente el cuerpo de Sabrina.
Sabrina casi no podía soportarlo, lamentando haberle pedido a Fernando que la besara.
¡Ella lo pidió!
Era bueno que no hubiera nadie más en el camino y que los guardaespaldas estuvieran protegiéndolos. Sabrina seria tímida si muchas personas los pasaran.
Se besaron durante mucho tiempo y Sabrina se excedió.
Sabrina le rogó a Fernando que se detuviera.
Ella pensó: “¿Quién dice que Fernando no sabe cómo coquetear con la mujer? Se le dan bien los besos“.
Fernando se perdió en los besos cuando Sabrina lo empujó. Fernando sabia que Sabrina estaba cansada, asi que se detuvo y
la abrazó. “No podrías decir que no quieres ser la señora Santander, porque nadie podría ser mi esposa excepto tú
Fernando dijo en voz baja.
Sabrina se apoyó en su pecho, sintiéndose satisfecha y feliz.
Sabrina pensó, <It was said in a moment of anger.
Nunca dejaré a Fernando.>
Sabrina no acudió a la empresa por el falso Allan Design Award, y Javier lo sabía.
Javier llamó a Sabrina por la mañana para consolarla.
Sabrina habló algo sobre el trabajo con Javier, luego pasó tiempo con sus hijos.
Joaquín y Carmen iban a la guardería, Sabrina quería acompañarlos todo el tiempo que pudiera.
Joaquín sabia
que iria al jardín de infantes, asi que cuando Sabrina se quedó en casa, hizo todo lo posible por seguir a Sabrina a todas partes, incluso cuando estaba amamantando a Sherry.
Carmen era una niña dulce, que veia dibujos animados en los brazos de Elena.
Sabrina amamantó a Joaquin.
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