Capítulo 1119
J W W W T W X 77
Cindy corrió a la oficina y se calmó en la silla. Luego volvió a llamar a Sabrina.
Sabrina la habia llamado muchas veces. Pero ella estaba ocupada hablando con su padre.
Cindy le contó todo lo que había pasado.
Le dijo a Raymond que hiciera la pregunta.
Al escuchar esto, Sabrina se sintió aliviada. Con razón Fernando le dijo que no tenía que preocuparse por esto.
Raymond era una persona confiable.
Sabrina volvió al trabajo después de la llamada.
Era hora de salir del trabajo. Sabrina le envió un mensaje de texto a Fernando: “Cariño, ¿cómo te va en el trabajo? ¿Compramos juntos?“.
Fernando casi había terminado su trabajo. “10 minutos más, cariño. ¿Necesitas algo?”
Elena se ocupaba de todo en casa. Ella y las criadas compraron todo lo necesario.
Sabrina no tuvo que hacer las compras ella misma
Sabrina: “Vas a South Strait. Quiero traerte algo. Por si acaso“.
El Estrecho Sur era un lugar caliente.
El aire era caliente y seco.
El clima era bochornoso y habia mosquitos por todas partes.
Fernando se dio cuenta de que era bueno tener a alguien que se preocupara por ti. “Está bien. Te avisaré cuando termine“.
No le tomó tanto tiempo terminar su trabajo.
Fue a Alta Costura JK a recogerla y vio que ya estaba allí, esperandola.
Ignorando a Ramiro ya los demás, se acercó y lo besó en toda la cara.
Fernando hizo todo lo posible por no dar un paso más.
Sabrina apartó los brazos del cuello de Fernando y miró a Ramiro, que estaba de pie detrás de él. “Dile a Ramiro que regrese ahora. Siempre lo retrasas. ¡Necesita tiempo con Minta!”
A Fernando se le ocurrió que estaban a punto de enfrentarse, así que se volvió hacia Ramiro. ‘Llamémoslo un dia. ¡Pasa un tiempo con Mintal”
Ramiro se sonrojó. El asintió y bajó las escaleras con otros asistentes.
Ahora no habia nadie con ellos, asi que Fernando aprovechó la oportunidad. Levantó a Sabrina y la puso sobre el escritorio. Le separo las piernas y se acercó a ella. Sus fuertes brazos estaban alrededor de su cuerpo. Te daré más antes de irme“.
“¡La gente nos vera!” Sabrina se sonrojó,
“Aquí no. ¡Cuando volvamos a casa” Fernando sonrió. La mirada suave en sus ojos era bastante impresionante
Tenia ojos atractivos.
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