Capítulo 1170
“¿No es lo que pienso? ¿Estoy ciego para ti?” Adán salió mal.
Quería ser más amable con ella hoy y le habia comprado un pastel.
Era como una broma.
“Esta perra no puede dejar de coquetear con otros hombres. A esta perra le gusta mentirme en la cara, pensó Adam.
“Sueltame. No… no puedo respirar“. El rostro de Julia se puso rojo.
Empezó a rascar los brazos de Adam.
Les dejó rayas de sangre.
A Adán no le importaba. Él queria matarla.
Sin embargo, no pudo y le quitó las manos del cuello.
Julia siguió tosiendo y trató de recuperar el aliento. El la miró con una cara larga y dijo: “Todavia soy demasiado misericordioso. Solo pierdete, Julia“.
Entonces, Adán se fue.
Julia se levantó de la cama a toda prisa, tomó su teléfono con la pantalla rota y corrió tras él.
Ella fue a la sala de estar.
Finalmente, ella lo alcanzó, le echó los brazos alrededor de la cintura y dijo patéticamente: “Adam, Kellen me envió el mensaje primero. Estaba a punto de bloquearlo cuando entraste. Si no me crees, puedes hacerlo“. revisa mi teléfono“,
Luego, sacó su teléfono y le mostró el historial de chat.
Adam lo miró y solo vio el mensaje de Kellen.
Julia no respondió.
Adam estaba menos enojado. Agarró el brazo de Julia y dijo con voz fria: “Escucha. No puedes ver a tus padres hasta que quedes embarazada. Así que sé bueno y quédate conmigo. No vayas con otro hombre. De lo contrario, no te lo mostraré“. Misericordia la próxima vez“.
Julia siguió asintiendo con lágrimas en los ojos.
Podía tragarse todos los insultos y abusos hacia sus padres.
Ahora ponte de rodillas y quitate la ropa.
Julio hizo una pausa. Se las arregló para contener las lágrimas y apretó las manos. Después de algunas dudas, todavia se arrodilló.
-Sin embargo, ella no se quitó el pijama.
Habia sirvientes en el apartamento.
Si salian, estaria mortificada.
“Adam… Puedo quitarme la ropa en el dormitorio. Es posible que me vean aquí“. Julia se mordió el labio y suplicó.
Las lágrimas rodaron por sus mejillas.
Se sentia demasiado humillada de esta manera.
Y sería una desgracia para ella.
“¡Hazlo!” Adam se sentó en el sofá y se desabrocho dos botones de la camisa. Parecia todavia un poco enojado e insistió en que ella se quitara la ropa aqui.
Julia nació con una cuchara de plata y la habian tratado bien.
Ella no tenia que hacer eso en Lee sin importar qué.
Fue tan humillante.
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