Capítulo 1196
El sirviente llevó las flores y la ropa a la sala de estar. Sabrina le dijo a Julia: “Ahora se ha arrepentido“.
Julia penso, <How could I forgive him due to a bouquet and some clothes?
Eso es imposible.>
“Sabrina, no volvere a estar con el, dijo Julia después de apagar la calefacción.
Te apoyo
Dependia de Adan.
Entonces Sabrina se sentó en el sofá con Sherry en brazos y le dio de comer.
Mientras tanto, su teléfono sono.
Era de un pais extranjero.
Pensando en la chica de Neisetal que Fernando le mencionó anoche, Sabrina se interesó en la llamada telefónica.
Ella se pregunto: “¿Cómo explotará a mi esposo?”
Sabrina saludó a una criada y dejó que sostuviera a Sherry.
Luego, camino a otro lugar para contestar el teléfono.
Cogio el telefono.
Lilian dijo con arrogancia: “Hola, ies la esposa de Fernando, Sabrina?”
Sabrina sonrio y dijo: “Lo siento. No es Sabrina quien habla. ¿Quién es ese que habla?“.
Lilian frunció el ceño y se preguntó si Stephen le habia dado el número equivocado. “He marcado el número equivocado?”
“Si, me temo que si
“Esta bien adios! Lilian decidió colgar y buscar un hueso para picar con Stephen.
Sabrina dijo: “Pero conozco a esta Sabrina que mencionaste“.
En serio? Dime su numero“, dijo Lilian con arrogancia mientras levantaba las cejas.
Por
que debería decirte su numero de telefono? ¿Por qué la llamas?” Sabrina bromeó.
“No es asunto tuyo. Te pagare si me das su número“.
“Soy lo suficientemente rico Dime por qué la llamas”
Lilian se mordio los labios y dudo por un momento. “Por favor, digale que su marido la ha engañado y que yo soy la otra mujer
Sabrina no pudo evitar reirse Liliana estaba confundida “Por que te ries?”
“Bueno, niña tonta, este método no funcionará si quieres que mi esposo te ayude. El odia que otros lo acusen de engañarme. El matara a quienes lo calummen. El puede ir a ver a tu padre ahora. Después de decir eso, Sabrina colgo.
Liliana se sorprendio.
Se dio cuenta de que Sabrina le jugó una mala pasada.
<She’s Fernando’s wife.
Ella ha conocido mi plan.
¡Qué vergüenza! >
Lilian estaba tan enojada que tiró su teléfono al suelo. <No, I can’t give up.
Debo dejar que Fernando me ayude.
Seguro que me puede ayudar.>
Pensando en esto, recogió el teléfono del suelo y decidió salir. Pero Stephen la detuvo. “Señorita Lilian, no puede salir de la villa a partir de ahora“.
Lilian lo fulminó con la mirada y dijo enojada: “Stephen, ¿cómo te atreves a castigarme?“.
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