Capítulo 1209
“Stephen, será mejor que me dejes ir”. Lilian comenzó a patear a Stephen, cuyas dulces palabras no funcionaron con ella.
Stephen agarró sus pies con fuerza.
Stephen era mucho más fuerte que Lilian.
Lilian trató de liberarse pero terminó en vano.
Su hermoso rostro pequeño estaba enrojecido por la ira.
Stephen la soltó y se levantó. El la miró con condescendencia. “Tienes que quedarte aquí un poco más. Tengo algo que hablar con tu papá“.
Ya no se disfrazó. Era como un lobo despiadado..
La suya estaba cubierta por la agresividad.
Lilian, que no tenía miedo de nada, retrocedió por miedo.
Miró a Stephen, que se había convertido en otra persona.
“Stephen, ¿me estás secuestrando?”
-Stephen sonrió encantadoramente y dijo: “Puedes apostar“.
“Stephen, ¿qué quieres decir? Quieres amenazar a mi papá por dinero“. Lilian se levantó del suelo y caminó hacia Stephen. Stephen media alrededor de 6.3 pies. Él era una cabeza más alto que ella.
Lilian era pequeña.
Mientras estaba de pie con Stephen, se veía muy hermosa.
Había perdido su aura de princesa favorita.
“Lilian, no te haré daño si te quedas aquí y no te vas a otro lado“. Stephen metió perezosamente una de sus manos en el bolsillo. Miró a Lilian con frialdad. “Si te quedas aquí, tu fiesta de compromiso será cancelada. Es algo bueno para ti“.
“¡No!” dijo Lilian enojada.
Lilian empujó a Stephen y rápidamente corrió escaleras abajo. Estaba segura de que nadie se atrevía a detenerla.
Stephen no la detuvo.
Esta villa estaba estrictamente vigilada. Nadie podía salir de aquí.
Él la siguió con calma y bajó las escaleras.
Lilian llegó al primer piso magníficamente decorado.
Varias salvaguardias vestidas de negro aparecieron de repente.
Se alinearon y se pararon en la puerta, formando un muro humano.
Lilian había estado aprendiendo artes marciales desde que era pequeña.
Pero ella no lo aprendió bien.
No pudo derrotar a Fernando, y mucho menos esas salvaguardas.
Lilian no se apresuro a avanzar. Sabía que perdería, así que no iba a pelear con esas salvaguardas. Ella se quedó allí,
cruzando los brazos.
Ella los miró fijamente.
En este momento, ella era nuevamente esa princesa confiada.
Miró directamente a Stephen y dijo: “¿Cuánto quieres de mi papá? Quiero saber el valor que tengo para ti“.
Esteban sonrió levemente. “Eres invaluable“:
A Stephen le gustó que Lilian mostrara su inflexibilidad.
La forma en que se veía encendió su deseo de hacer que se sometiera a su voluntad.
Fue criado frío y sin corazón, especialmente para las mujeres.
Lilian era la única mujer que podía impulsar su deseo de conquista.
Al escuchar sus palabras, Lilian se echó a reír. Su sonrisa añadió más encanto a su atractivo rostro. Descruzó los brazos y caminó lentamente hacia Stephen. En una fracción de segundo, ella le abofeteó la cara.
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