Capítulo 1229
La luz de la luna brilló sobre Neisetal.
Debe ser una noche serena.
Pero había un lío en la casta.
Faltaba Liliana.
Más exactamente, ella se escondió.
El castillo estaba muy vigilado.
Nadie podía huir.
Ella debe esconderse dentro.
Así, los sirvientes y guardaespaldas buscaban à Lilian en el castillo.
Ellos pensaron, <Lilian is the daughter of Sr. Hunter’s foe.
Pero él lá trata muy bien, dejándola regañarlo o golpearlo a voluntad.
De este modo…
Sabemos que el Sr. Hunter la ama.>
Después de recibir el mensaje, Stephen regresó a casa y buscó en el dormitorio del segundo piso, pero no pudo encontrarla.
Bajó las escaleras y luego el mayordomo le dio un iPad.
Las imágenes de vigilancia podrían mostrar dónde había estado Lilian antes de que desapareciera.
Tomó el iPad con una cara hosca.
Vio los videos de vigilancia de cada habitación, el césped y la entrada.
Stephen observó atentamente.
La encontró en un video grabado a las 5 de la tarde.
Lilian con un vestido rojo miró a la cámara y le dio la vuelta al pájaro antes de caminar hacia el jardín donde habitaban las bestias.
No había vigilancia porque había animales feroces.
Después de ver el video, el rostro de Stephen se nubló.
<Is she afraid of crocodiles?
¿Por qué ha ido a la piscina de cocodrilos?>
Pensando en esto, Stephen le dio el iPad al mayordomo. “Ve a la piscina de cocodrilos“.
El mayordomo asintió y le advirtió antes de irse: “Sr. Hunter, ella es la hija de su enemigo. No puede enamorarse de ella“.
Al escuchar sus palabras, Stephen se dio la vuelta y lo regañó: “¿Cómo sabes eso?”
El mayordomo frunció los labios. <It’s so obvious.
Estoy familiarizado con el St. Hunter.
Nunca se ha dedicado a nadie.
Es un hombre orgulloso.
Nunca lo he visto tolerar a quienes lo regañan o lo golpean.
Pero la niña es una excepción.
Ella es capaz de hacerle el tonto a voluntad.
Asi que estoy seguro de que se enamora de ella.>
“Señor Hunter, sé que no es asunto mío. Pero la señora Hunter lo sabía y ha estado aquí. No quiero que se vuelva contra ella“, dijo el mayordomo.
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