Capítulo 1250
El mayordomo se sintió aún más ansioso cuando lo escuchó.
¡Él no quiso decir eso! Quería decir que si Stephen continuaba complaciendo a Lilian de esa manera, algún día podría fugarse con su padre.
Por lo tanto, el mayordomo quería continuar con su persuasión.
Stephen dijo en un tono amable: “Sé lo que quieres decir. Rára vez conozco a una mujer que pueda hacer que mi vida sea interesante y no quiero que se vaya“.
“Sé cómo hacerlo con Alfred“.
Stephen sabía que Lilian y Alfred eran diferentes.
El mayordomo se sorprendió de que Stephen confesara su cariño por Lilian. Pero Lilian continuaría torturándolo ya que estaba castigada aquí.
¿Por qué Esteban estaba haciendo esto?
¿Por qué se torturaba a sí mismo?
“Sr. Hunter, la Sra. Durham lo odiará más si usted…”
“Ya veremos.” Stephen no quería pensar demasiado en ello.
Tenía miedo de enjaular a Lilian si consideraba demasiado.
“Sr. Hunter…” El mayordomo todavía estaba preocupado.
Sin embargo, no se atrevió a decir más en caso de que Stephen se irritara.
Por otro lado, Lilian subió las escaleras con una bandeja con la cena y se cambió a un vestido nuevo. No conocería a su padre con ese vestido de escote alto.
Luego, le trajo algo de comida con la bandeja a Alfred.
Alfred yacía ahora cansado en la mazmorra oscura y húmeda.
La mazmorra estaba casi confinada.
El oxígeno allí era un veinte por ciento menos que en el exterior. Un joven podría ser capaz de soportar eso.
Sin embargo, Alfred era viejo. Tenía que respirar un oxígeno tan rancio y escaso.
De esta manera, era fácil cansarse y desmayarse.
Cuando Lilian entró con la comida, encontró a su padre medio acostado en el pajar desordenado con un gesto encogido.
Alfred se estremeció dolorosamente.
Lilian sabía que Alfred tenía la enfermedad crónica, hipertensión.
¿Estaba alta su presión arterial?
Lilian no tuvo tiempo de preocuparse por la bandeja. Caminó hacia la cerca y estiró su mano, tratando de tocar la de Alfred. Pero estaban un poco lejos y ella no podía alcanzarlo.
Lilian no se dio por vencida e hizo todo lo posible por tocar a Alfred, “¡Papá, despierta! ¿Qué te pasa? ¿Estás enfermo ahora?”
Alfred escuchó la llamada de Lilian aturdido.
Queria abrir los ojos pero no podia ejercer su fuerza porque tenía frío y fatiga.
Lo que podía hacer era quedarse quieto así.
Lilian supuso que Alfred estába enfermo ya que no podía despertarlo. Puso el plato cerca de la cerca y dijo: “Papá, espera. Le pediré a Stephen que te deje ir“.
Se puso de pie y corrió escaleras arriba con los ojos enrojecidos por las lágrimas.
Lilian salió corriendo bastante rápido.
Al
pasar por el pasillo de la planta baja, se topó con una criada que sostenía una bandeja.
Lilian la detuvo apresuradamente y preguntó: “¿Dónde está Stephen ahora?“.
La criada respondió: “El Sr. Hunter está en el estudio del segundo piso“.
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