Capítulo 1287
“Está bien, entonces. Te contaré todo antes de que mueras. Tu padre mató a mi familia en una disputa por una apropiación de tierras y asesinos a sueldo para cazarme. Por suerte, sobreviví“. Lilian notó que tenía una cicatriz en el cuello.
“Naciste con privilegios y superioridad. Pero no tienes idea de dónde vienen. Tu padre trata a la gente común como una mierda. Necesita pagar por sus pecados con sangre, y tú también“.
Sus ojos se llenaron de lágrimas cuando recordó a su pobre niña.
Se suponía que su hija tendría la edad de Lilian si no moría.
Pero no hubo un “si“. Su hija murió para siempre.
“Tu padre insistió en derribar nuestra casa por la fuerza a pesar de nuestras oposiciones. Mi hija solo tenía diez años. Y su cuerpo fue enterrado justo debajo de los escombros. ¡Mi pobre niña!”
Este hombre estaba tratando de vengar lo que Alfred le hizo a su familia.
Sintió
que
todo su mundo se derrumbaba de repente.
Lilian se puso a llorar. No podía creer que su amado padre fuera un hombre sin corazón.
Bajando la cabeza, Lilian frunció los labios con una mirada de culpabilidad.
“¿Ahora lo entiendes?” El hombre volvió a poner una cara sombría.
Lilian permaneció en silencio mientras las lágrimas corrían por sus mejillas.
Como hija de Alfred, Lilian no creía que fuera inocente.
Alfred se merecía lo que le pasara.
El hombre frunció el ceño al ver a Lilian sollozar. Se dio la vuelta sin decir nada.
Cerró la puerta y luego se fue.
Lilian ya no podía controlar su dolor. Ella se echó a llorar.
Afuera oscureció.
El repentino ruido fuera de la puerta interrumpió el pensamiento de Lilian.
“Vienen…” Lilian no pudo hacer nada más que aceptarlo.
Lilian estaba de espaldas a la columna y miraba en silencio por la ventana con pena en los ojos.
Ella decidió suicidarse.
“Es lo que puedo hacer para pagar los pecados de mi padre“, murmuró Lilian.
Lilian cerró los ojos con desesperación.
Al momento siguiente, la puerta se abrió de una patada.
Lilian pudo sentir una ráfaga de viento.
Abrió los ojos.
Sin embargo, increíblemente, era Stephen.
Lilian se sorprendió al ver a Stephen aquí en lugar de otros.
“¡Lilian!” Stephen corrió hacia Lilian y la desató.
Stephen mantuvo a Lilian en sus brazos y le dio unas suaves palmaditas en la espalda. “Todo estará bien. Estoy aquí ahora“.
Lilian todavía estaba aturdida. Lentamente apoyó la cabeza en el hombro de Stephen. El secuestro en sí no fue aterrador, pero la crueldad de Alfred sí lo fue. La desgarradora verdad sobre Alfred la llevó al límite.
Su corazón se rompió por completo.
Stephen salió de la casa con Lilian en sus brazos. La luz del atardecer parecía demasiado brillante para Lilian.
“Stephen, por favor, llévame allí“, dijo Lilian con voz débil.
“¿Por qué?” Stephen la miró confundido.
Esteban se preguntó, <She acts weird.
¿Qué le pasó?>
Lilian señaló una roca frente a la casa. “Allá.”
Comments
The readers' comments on the novel: Nunca Mueren Los Deseos (Sabrina y Fernando)