Login via

Nunca Mueren Los Deseos (Sabrina y Fernando) novel Chapter 356

Capítulo 356 

Los siguientes 45 minutos resultaron ser tan impresionantes e inolvidables como los describió Fernando

Sabrina se sintió incómoda. Cuando terminaron de hacer el amor, rápidamente arrastró su cuerpo débil y sonrojado al baño para asearse. Al escuchar el agua que salía del aspersor, Fernando se sentó al lado de la cama y tomó su teléfono en la mesa de noche para llamar a Ramiro

Queria saber quién le tendió una trampa en el yate

Ramiro siguió su orden y de inmediato fue a investigar este asunto

Cuando Sabrina terminó de ducharse, Fernando tomó su turno y entró al baño. Entonces Sabrina comenzó a vestirse. Después de que Fernando terminó de ducharse y vestirse, salieron juntos del yate

Cuando entraron en la luz, un sol ardiente colgaba justo sobre sus cabezas. Por suerte era fin de semana, así que Javier no la llamó para preguntarle dónde estaba

Sabrina se sentó en su auto, nerviosa, y permitió que la enviara de regreso a la mansión

Tengo trabajo que hacer. Puedes regresar y comer algo primero. Si tengo tiempo, iré a buscarte por la noche. Fernando pasó los dedos por su cabello con adoración

Pero solo él sabía cuánto la amaba

Mientras tanto, Sabrina nunca se enamoraría de él a pesar de que le mostró su afecto

Sabía cómo eran los hombres en este círculo social

Eventualmente se casarían con la chica que estaba a la altura de su estatus. Por lo tanto, cada uno de sus ex fue solo una aventura indescriptible para ellos o la especia de su vida lúdica

Se preguntó si Fernando nunca podría amarla de todo corazón ni casarse con ella

Así que se advirtió a misma para no caer en sus trampas

Después de que Sabrina salió del auto, Fernando la miró y rápidamente se alejó. Sabrina, al oír el rugido del coche en la carretera, entró en una farmacia para comprar anticonceptivos

Tomó la pastilla con un sorbo de agua y esperó que la tragedia no volviera a surgir

La última vez, accidentalmente quedó embarazada y tuvo que renunciar a sus dos bebés

En la villa, Samuel se estaba hundiendo en la cama, enfermizo, porque Sabrina le había pateado la parte más sensible la 

noche anterior

Pamela vino temprano en la mañana para verlo con algunos tónicos en la mano

de 

que su 

La madre de Samuel vio que llegaba la segunda hija de la familia Bracamonte y la recibió en la casa. A pesar primera hija habia ensombrecido la relación de las dos familias, escuchó que Pamela, a diferencia de su hermana, era una niña bastante agradable y estaba encantada de que Pamela visitarà a su hijo

Si Parmela quisiera casarse con su hijo, también estaría de acuerido

Comments

The readers' comments on the novel: Nunca Mueren Los Deseos (Sabrina y Fernando)