Capítulo 391
“¿Quieres quedarte en el estudio?” Fernando caminó hacia ella y le acarició el cabello.
Lo hizo con tanta delicadeza que Sabrina de repente sintió algo de amor por él.
Luego, reprimió el sentimiento y dijo: “Sí, bajaré pronto“.
“De acuerdo.” Fernando no la obligó a quedarse con él. “He sido duro en este momento. Lo haré con ternura la próxima vez“.
Sabrina no quería hablar de eso con él, así que dijo sonrojada: “Por favor, ayúdame“.
“Lo se“, Fernando volvió a acariciarle el cabello y lo dijo como si quisiera darle el mundo entero, “Aunque no lo pidas, lo haré por ti“.
Y agregó: “Pero no me lo dijiste en el pasado“.
“Tenia miedo de que no me ayudaras“. A Sabrina le pareció mejor cambiar una cosa por otra. Necesitaba darle lo que quería antes de pedirle un favor.
Si no, lo usaría como excusa.
Por lo tanto, eligió recompensarlo antes de acudir a él en busca de ayuda.
Sabrina no quería deberle nada.
“Eres mi mujer. Te ayudaré“, dijo Fernando suavemente.
Sabrina apretó los labios y sintió que su corazón latía más rápido. “Gracias.”
“Por favor, descanse aquí. Echaré un vistazo a los bebés“. Fernando retiró su mano y luego bajó las escaleras.
Sabrina se quedó en el estudio y se frotó las piernas para aliviar el dolor muscular.
Era al anochecer y las estrellas comenzaron a aparecer en el cielo nocturno.
Después de mejorar, Sabrina acostó a sus dos hijos con Elena. Fernando seguía trabajando en el estudio.
Después de que los dos niños se durmieran, Elena llevó a Sabrina a un lado.
Por la noche, Elena fue a ver a Sabrina al estudio y se dio cuenta de que actuaba de manera extraña. Aunque Elena nunca se había casado, había tenido novios y sabía de sexo.
Elena tenía miedo de que Sabrina se acostara con Fernando. Sería problemático si fuera cierto.
Ya habían tenido sexo una vez y Elena no quería que siguieran haciéndolo.
Pensó que Sabrina debía tener mala reputación y que la gente sentiría que era la amante de Fernando.
Gracias al mal nombre de Sabrina, Elena sabía que le sería difícil encontrar un buen esposo.
No quería que Sabrina se quedara soltera y sola toda su vida.
Quería que formara su propia familia. Su futuro esposo no necesita ser rico y poderoso; solo necesitaba traerle felicidad y una sensación de seguridad.
A Elena le preocupaba que sus conjeturas fueran ciertas.
“Sabrina, por favor dime la verdad. ¿Tienes una relación con Fernando?” susurró Elena, quien llevó a Sabrina a la ventana francesa del dormitorio.
Capítulo 391
Sabrina se quedó atonita al escuchar esta pregunta abrupta. Ella negó con la cabeza inconscientemente y dijo: “No, ¿cómo podría ser esto?”
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