Capítulo 63
¡Qué juramento tan vicioso! Solo una mujer tan viciosa como Pamela podría haber pensado en tal juramento. Sabrina miró en silencio a la mujer. Todo lo que quería hacer en este momento era agarrar el vaso de agua en su escritorio y arrojárselo a la cara de Sabrina.
Quería decirle a la mujer que saliera de su oficina.
Pero ella no podía hacer eso. Tuvo que tragarse su orgullo y esperar su momento antes de cumplir sus ambiciones.
Sabrina sabía que no era lo suficientemente poderosa en este momento. No podía actuar precipitadamente.
Honestamente, su estómago se revolvió ante la idea de hacer ese juramento.
Pero tenía que evitar que Pamela la acosara más, entrometiéndose en su vida personal y arrastrando a sus preciosos hijos y a Elena al lío. Reprimió el aborrecimiento que sentía hacia Pamela y pronunció el juramento.
Una mirada de satisfacción se posó en el rostro de Pamela. Voy a hacer que cumplas tu palabra.
Yo también te mantendré en la tuya. Mantente alejado de mí. No te quiero en mi vida.”
¿Crees que te quiero en la mía? Pamela levantó la ceja ante Sabrina con incredulidad antes de escupir con saña. “¡Piensas demasiado bien de ti mismo!”
“Puedes irte ahora.” Sabrina no quería pasar ni un segundo más con ella.
La vista de Pamela trajo recuerdos de su propia madre.
-Ojalá los Bracamonte hubieran hecho lo poco que se necesitaba para
mantener con vida a su madre.
Eran la razón por la que su madre estaba muerta. Habían matado a su madre.
¡Ella nunca olvidaría eso!
“¡Hmph!” Pamela tampoco estaba interesada en quedarse. Lanzó una última mirada furiosa a Sabrina antes de salir de Alta Costura JK.
La visita inesperada de Pamela en la mañana no le había causado ningún problema a Sabrina.
Pero había arruinado su buen humor esa mañana.
El hecho de haber interrumpido a Sabrina mientras estaba diseñando el sombrero de Mdm Santander había empeorado las cosas.
Sus pensamientos estaban en un lío ahora.
Ella no quería cometer ningún error en el diseño. Sabrina se levantó y fue a la despensa. Decidió prepararse un vaso de jugo de frutas. Se dijo a sí misma que se calmara y se recuperara. Necesitaba volver a pensar en el sombrero de Mdm Santander y su diseño.
No había nadie en la despensa en este momento.
-Sabrina tomó una bolsita de jugo de frutas preparado y lo vertió en su
vaso. Añadió un poco de agua caliente y removió la bebida. Luego, con los dedos agarrando el vaso con fuerza, se apoyó contra el mostrador y comenzó a sorber su jugo lentamente mientras trataba de salir del mal humor en el que Pamela la había puesto.
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