Capítulo 675
Fernando se acercó a ella y le dio unas palmaditas suaves en la cabeza. El dijo: “No lo pienses demasiado. Déjame lidiar con eso. Todo lo que necesitas pensar es en protegerte a ti y a los niños”.
Sabrina asintió y sostuvo su cálida mano. Ella dijo: “Ten cuidado”.
Fernando la besó en la frente y le dijo: “Lo haré. Te darán de alta en dos días. Joaquín y Carmen me han estado preguntando dónde has estado”.
“¿Qué les has dicho?”
Fernando respondió: “Les dije que estabas en un viaje de negocios. Y ya no preguntaron por ti”. Si continuaban preguntando, no sabría qué hacer con ellos.
Sabrina dijo: “Está bien. Me recuperare pronto e iré a casa a verlos. Yo también los extraño”.
Fernando asintió. Se quedó con ella por un tiempo y luego se fue, dejando a su asistente y guardaespaldas para cuidarla. Fue a ver a Dennis.
Le tomó 20 minutos llegar al hotel donde se hospedaba Paige.
Dennis no perdió el tiempo cuando vino Fernando. Dennis le contó lo que había sucedido. Fernando dijo: “Déjame llamar al gerente”.
Fernando invirtió en este hotel.
No debería ser un problema para él conseguir al gerente.
Dennis estaba agradecido. Dijo sinceramente: “Gracias por su ayuda, Sr. Santander”.
Fernando dijo: “Solo estoy ayudando por el bien de mi esposa”.
No quería que Dennis pensara que vino porque quería ayudar.
Fernando no querría eso especialmente después de lo que había pasado con el golpe.
Dennis sabía lo enojado que estaba Fernando. El hecho de que no se metiera con Paige era que Fernando estaba siendo educado con la familia Ford. Así que Dennis dijo sinceramente: “Soy consciente de eso, pero quiero agradecerte de todos modos”.
Fernando no dijo nada más y fue a ver la suite. Dennis fue con él.
Cuando estaban mirando alrededor, llegó el gerente. Cuando vio a Fernando, saludó a Fernando.
Fernando miró al gerente y luego le dijo a Dennis: “Muéstrale las fotos y los videos que tienes”.
Dennis asintió y le mostró esas cosas al gerente.
El gerente revisó varias veces y luego llamó al chef en la cocina.
Después de confirmar con diferentes personas, dijo: “Señor Santander, no sabemos quién es”.
Fernando dijo en tono serio: “¿No sabes? ¿Cómo conseguiste empleo? ¿Estás haciendo tu trabajo?”
El gerente ya estaba sudando bajo la presión.
No sabía de dónde venía ese hombre ni cómo había llegado a la cocina.
Debe haber habido algo mal y el gerente fue el responsable.
Comments
The readers' comments on the novel: Nunca Mueren Los Deseos (Sabrina y Fernando)