Capítulo 730
Grupo Santander no dejó salir a la luz lo ocurrido en el Puerto de Aguas Profundas,
Aquellos empleados que causaron problemas abandonaron Grupo Santander abatidos.
El trabajador volvió con Ramiro dio el nombre del principal culpable por 83 mil dólares.
Ramiro inmediatamente le envió un mensaje de texto a Fernando después de saber quién era el principal culpable.
Era tarde y Sabrina necesitaba descansar. Entonces, Fernando le pidió a Ramiro que manejara el problema. Se ocuparía de ello al día siguiente.
Fue una hermosa noche.
Al día siguiente, cuando la luz del sol envolvía el dormitorio, Sabrina despertó en los brazos de Fernando,
Fernando seguia durmiendo.
Tenía una nariz alta, labios finos y pestañas largas. Esas características perfectas lo hacían atractivo.
Sabrina involuntariamente recordó la primera vez que lo vio,
Ella era entonces una niña pequeña, mientras que él se había vuelto orgulloso y extraordinario.
Después de tantos años, pasaron por muchas cosas y terminaron juntos. También pasarían el resto de la vida juntos. Hizo que Sabrina se sintiera maravillosa.
Sabrina miró a Fernando con ternura y amor.
“El es tan guapo“, pensó.
Mientras miraba, le acarició la cara con los dedos.
Cuando ella le puso los dedos en los labios, Fernando abrió los ojos.
Él tomó sus dedos y los besó. “Te levantaste temprano hoy. No vas a tomarte esta mañana libre para una cita prenatal?”
Sus suaves besos hicieron que Sabrina se sintiera maravillosa. Se enterró en el pecho de Fernando y dijo en voz baja: “Estoy un poco nerviosa“.
“¿Nos levantamos?” Fernando la abrazó con fuerza y tocó su espalda de piel suave con su gran mano.
No podía y nunca tendría suficiente de Sabrina.
“Está bien. ¿No tienes que lidiar con las cosas del puerto de aguas profundas?” Sabrina vio el mensaje de Ramiro anoche.
Nunca impediría que Fernando trabajara.
“Puedo ocuparme de eso más tarde“, dijo Fernando con voz profunda.
“Deberíamos levantarnos de todos modos“, dijo Sabrina. Pero Fernando la abrazó en la cama y le dijo: “Déjame ayudarte“.
Sabrina era tímida. “Puedo levantarme solo“.
“Pero quiero hacer eso contigo“, disfrutó Fernando levantándose con Sabrina.
La levantó en brazos, la llevó al baño y la puso en el lavabo. También preparó su cepillo de dientes y agua para ella.
Después de eso, la ayudó a cepillarse los dientes.
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