Capítulo 811
“Él es mi amigo. Me casé con Tom. No lo engañaré”, Judy bajó la cabeza y explicó con cuidado, luciendo lamentable.
Sin embargo, ella estaba del lado de Richard.
Dan no pensó que estaba abusando de ella. Todavía la trataba con frialdad.
Él nunca podría ser amable con ella cuando ella se enfrentaba a él.
“No necesitas explicarlo. No estoy interesado en ti“.
“Lo sé. No quise decir eso. Por favor, no le digas a Richard“. Judy no pensó que Dan se sentiría atraído por ella. Ella solo quería proteger a Mason y al hogar de acogida.
Dan se burló y miró a Judy. Era irónico que fuera tan obediente. Ella había rechazado firmemente su oferta antes.
Él creía que su inocencia era solo un acto.
Dan estaba tan enojado que agarró a Judy por la barbilla y la obligó a mirarlo. “Ahora quieres que te haga un favor. ¿No recuerdas lo que hiciste? Rechazaste mi oferta primero“.
Judy sintió dolor en la barbilla. Sus ojos estaban rojos. Ella se disculpó, “Lo siento, Dan“.
Divertidísimo.
Dan no dijo nada. Retiró su mano y presionó el botón llamando al ascensor. Entró en el ascensor.
Judy no se movió. Miró a Dan con sus ojos rojos.
Dan odiaba a la gente tímida.
Pero se sintió atraído por Judy.
Como si tuviera algunos poderes mágicos.
Fue raro.
Alta Costura JK estuvo a punto de cooperar con Cohen. Antes del día en que firmaron un contrato, Sabrina fue a la empresa para asegurarse de que todo estuviera bien.
Los diseñadores se emocionaron y la recibieron amablemente.
Vieron la foto que Fernando publicó en línea.
Sabrina fue fabulosa.
Era madre de tres hijos, pero se mantuvo en buena forma.
Los diseñadores la envidiaban.
No tenían hijos ni un cuerpo tan grande.
Rodearon a Sabrina y le preguntaron:
“Sabrina, ¿cómo perdiste peso después de dar a luz? Eres tan sexy“.
“¿Tienes un preparador físico?”
Comments
The readers' comments on the novel: Nunca Mueren Los Deseos (Sabrina y Fernando)