Capítulo 936
En el bosque del suroeste en otra isla.
Fernando se dirigió a la base militar de Theo con los demás.
Llegaron a la base después de una caminata de 2 horas.
Fernando y Dan se escondieron en los árboles para observar la base con binoculares.
Había un muro alto en la base de Theo.
El muro tenía 10 pies de alto con una cerca eléctrica. Aunque uno lograra escalar la pared, él o ella sería electrocutado.
Escalar la pared no fue una elección.
Deben conseguir las pulseras.
“No se han mudado a otro lugar“, le dijo Dan a Fernando.
Fernando asintió y siguió observando la base.
Tres hombres custodiaban la puerta con rifles de asalto AKM.
Los socios deberán mostrar sus pulseras electrónicas para ingresar a la base.
Fernando estaba ansioso por encontrar pocas personas que salieran de la base.
Cuanto más se demoraran, más peligrosas serían Sabrina y Gracie.
Cuando decidió pelear con los tres guardias, algunas personas salieron de la base.
Parecía que estaban en una misión.
Subieron a un jeep y se dirigieron al pueblo por el camino de la montaña.
Fernando se quedó mirando el coche.
Tuvo la oportunidad.
Guardó los binoculares y dijo en voz baja: “¡Bloqueen el Jeep!“.
Dos hombres asintieron.
Se apresuraron a montar una trampa con alambre de púas.
La trampa estaba completa.
Estaban esperando el Jeep.
Tres minutos después.
Se escuchó un fuerte sonido.
El Jeep fue bloqueado por el alambre de púas y chocó contra un árbol.
Los cuatro integrantes de la base bajaron del auto para comprobar lo sucedido.
Como resultado, Fernando y los demás los emboscaron uno por uno.
Se taparon la boca con la droga.
Los cuatro miembros de la base se desmayaron.
Fernando ordenó a sus hombres que los amarraran y los arrojaron a una cueva lejos de la base.
Los cuatro miembros fueron llevados a una cueva.
Después de tomar sus muñequeras y pistolas y ponerse sus atuendos, Fernando, Dan y los otros dos hombres regresaron a la
base.
Los guardias no los cuestionaron cuando les mostraron las muñequeras.
Entraron a la base con las muñequeras.
Fernando aparcó el coche en el parking ya que recordaba la ruta.
Salieron del coche.
Dos miembros de la base los pasaron sin prestarles atención ya que había mucha gente en la base.
La pulsera era la prueba de identidad.
Los dos hombres discutieron en el idioma local: “Se dice que el Sr. Patel llevará a una mujer para sacrificarla hoy. Pero no los
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