Capítulo 948
“No sucederá en el futuro. Todo saldrá bien y estaremos bien“. Sabrina interrumpió a Fernando mientras desinfectaba su herida.
Fernando le sonrió amablemente.
“Todo saldrá bien y estaremos bien“, les aseguró Fernando a ambos.
La luz de la luna brillaba sobre el mar, a través de la niebla, las estrellas eran apenas visibles.
Llegaron a la isla privada dos horas después.
Ya era medianoche.
Les dijeron buenas noches a todos.
Sin embargo, no hicieron del sueño su prioridad. En cambio, dieron un paseo por la playa a la luz de la luna.
Caminaron y hablaron pasada la medianoche.
Luego, regresaron juntos a su villa.
Sabrina sacó algunas batas y toallas y preguntó: “¿Te estás duchando?“.
“¿Te gustaría unirte a mi?”
Sabrina se sonrojó pero no se negó. “Iré a buscar mi torre“. Ella asintió tímidamente.
Fernando no esperaba decir que sí tan fácilmente.
Se sonrió y fue al baño a preparar el agua.
Sabrina llegó cuando la bañera estaba casi llena.
Fernando no esperó ni un segundo más para quitarle el vestido blanco y tirarlo a la basura. No quería volver a verlo nunca
más.
Luego la llevó con él y entró en la bañera.
El agua tibia se derramo.
“Fácil.” Sabrina sonrió. “Tenemos agua por todas partes“.
Todavía nos queda más que suficiente en la tina. Fernando le acarició la cara con delicadeza.
Sabrina extendió la mano para apretarle la cara juguetonamente.
Antes de que pudiera alcanzarlo, perdió el equilibrio y cayó directamente en sus brazos. “Parece que alguien no podía esperar“. Fernando bromeó mientras la tenía segura en sus brazos.
Sabrina se sonrojó. Ella lo miró. “¿De qué estás hablando?”
“Tú.”
“No sé a qué te refieres“.
Habiendo dicho eso, deslizó sus brazos alrededor de su cuello y se inclinó hacia él. “¿Estas esperando por ello?”
“Mucho.” Fernando se inclinó para besarla.
Su beso fue tierno. Sabrina lo disfrutó mucho. Cerró los ojos y le devolvió el beso. “Sabes, estaba asustado en el lugar del ritual“. Ella susurró.
“Tenía miedo de no volver a verte a ti y a nuestros hijos“.
“Yo también tenía miedo. Me preocupaba que te pasara algo“. Fernando confesó.
“Fernando, siempre estaré a tu lado y no te dejaré nunca más.
Si había algo que Sabrina había aprendido de esta experiencia, era la claridad de saber a quién quería más.
Fernando asintió. “¿Hay algo más que no sepa durante estos días?”
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