Capítulo 970
Raymond estaba sentado solo en una oficina bien decorada y con ambiente de aprendizaje.
Cindy y Sabrina entraron a la oficina, pero no encontraron a Dexter.
Al ver que solo Raymond se quedaba en la oficina, Cindy inconscientemente se dio la vuelta y quiso irse. Pero Sabrina tomó la mano de Cindy y dijo en voz baja: “Espera. ¿Por qué te vas?“.
Las palabras de Sabrina fueron un recordatorio a tiempo para Cindy. Pensó, <Well, why am I leaving?
¿No me atrevo a enfrentar a Raymond?
No tengo que preocuparme por eso ya que él no me ama.>
Entonces, Cindy dejó de irse.
Estaba mirando a Raymond, que estaba sentado en una silla. Pensó, <How dashing he is. He still has an aura of decency, charm, and gentleness even though he was wearing a plain white shirt.
También es carismático con su atractivo aspecto.>
Cindy vislumbró a Raymond y deliberadamente comenzó algunas conversaciones fáticas. “Disculpe, ¿dónde está el Sr. Nielsen?”
Está fuera por unos asuntos. Y puede que vuelva en diez minutos. Raymond miró a Cindy y no supo por qué quería buscar a Dexter.
“Gracias“, repitió Cindy con frialdad, manteniéndose distantemente cortés.
Luego, fue directamente a sentarse en la silla de Dexter para esperarlo.
Sabrina estaba sentada en otro sofá en su lugar.
Cindy podía mirar a Raymond aunque levantara un poco la cabeza porque la mesa de Raymond y la mesa de Dexter estaban cara a cara.
Pero ella miró fijamente hacia otro lado.
De hecho, Raymond tenia curiosidad por qué Cindy quería encontrar a Dexter y por qué Cindy podía sentarse en la silla de Dexter tan imprudentemente.
Cindy trató de descuidar a Raymond mientras Raymond miraba a Cindy. Y, por último, Sabrina se convirtió en espectadora, observándolos sin palabras. Por lo tanto, el ambiente en la oficina se volvió vergonzoso.
Sabrina quería romper el silencio, así que decidió charlar con Raymond. “Profesor Drake, ¿cómo le va?”
“No está mal.” Raymond apartó la mirada para mirar a Sabrina y respondió con gracia: “Señora Santander, ¿por qué visita nuestra escuela?“.
“Acompañé a Cindy a visitar al Sr. Nielsen“, repitió Sabrina.
“¿Lo conoces?” Raymond preguntó a propósito.
“Yo no, pero Cindy sí“, respondió Sabrina con franqueza. Pero tan pronto como Cindy escuchó las palabras de Sabrina, Cindy se puso triste e interrumpió a Sabrina con frialdad. “Sabrina, por favor, no compartas mi aventura con extraños. No me gusta“.
Sabrina al instante movió las cejas para mirar a Cindy, pensando: <Well, she looks unhappy. Is she angry?
Es verdad. Cindy todavia se preocupa por Dexter.>
Sabrina entendió el pensamiento de Cindy, por lo que inconscientemente se rió entre dientes. “Está bien, me callaré“.
Al escuchar su conversación, Raymond se quedó sin habla y miró a Cindy con una cara malhumorada.
El pensó, <Honestly, I have dreamed of her not long ago since I refused Cindy’s affection last time.
Incluso me abrazó coquetamente, y también, la besé en mi sueño.
Fue un beso dulce.>
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