Capítulo 34: Presionar Con Pruebas
-No lo sé, de verdad. Yo… sólo sé que él, tiene una amante fuera, pero no sé quién es. dijo Xu Jin con su rostro cambiando de color como un camaleón, comenzando a vacilar-, Señor, señor Hernán…
-Ya sabes que tiene una amante fuera, pero me dices que no sabes quién es? Víctor….
-Señora María, por dios, te juro que no sé nada. Nunca la ha sacado en público, sólo he visto su silueta dos veces…
Mi mente estaba hecha un caos. Parecía que Hernán era realmente cuidadoso, o de lo contrario, Victor no dijo la verdad. Pero ahora mismo para mí, lo más importante no era esto.
Controlé mi enfado y reprimí mi agresividad.
-¡Haz una cosa por mí! -Volví a cambiar de tema, como si estuviera retrocediendo, y mí tono se suavizó mucho.
Victor pareció aliviado, efectivamente: -¡Vale! Señora María, ¡lo daré todo!
-¡Dame los estados financieros ocultos y la lista de los clientes importantes más recientes! – Dije con decisión.
Cuando Víctor oyó mis palabras, se quedó petrificado al instante, su expresión era como la de una marioneta con los hilos rotos, -Señora María…
-¿Cómo? ¿No lo tienes? -Le respondí, con un gesto de incredulidad en el rostro.
-Señora María… De verdad no lo tengo. Las declaraciones de todos los años, ¡te las he enseñado! -Víctor me dijo con cara amarga-. No me lo pongas difícil, cómo podría mentirte… Sí, lo admito, he estado trabajando para el señor Hernán durante los últimos años… pero todo es por el bien de la compañía de tu familia… Por dios, señora María, ¡le soy absolutamente leal!
-¡Me temo que eres leal al señor Hernán! -Dije fríamente, con un tono cortante.
Miré al desconcertado Víctor, moví el dedo, al mismo tiempo una voz resonó en la sala de estar, que era absolutamente irritante, llena de obscenidades, y levanté con elegancia la pantalla del móvil en la mano hacia Victor.
Al segundo siguiente Víctor se derrumbó,
Señora María… señora… ¡qué haces!
-Mañana, lleva lo que necesito a mi oficina. ¿Entiendes lo que quiero? El flujo de fondos, resúmenes, detalles. Cualquier cosa que Hernán intente ocultarme, la quiero toda. Sí encuentro algún engaño o falsificación… ¡Ah! Además, si Hernán huele algo, asumírás las
Cuando terminé de hablar, sin decir nada más, me levanté y me dirigí a la salida.
-Señora María… ¡señora María!
+15 BONUS
La voz de Víctor era casi un gemido.
Después de salir de esa villa, sentí cómo la opresión en mi pecho se aligeraba por primera vez en estos días. Le hice una llamada a Ivanna, recordándole: -¡No olvides investigar la propiedad de esta casa por mí!
-Tiá, no hace falta que me lo recuerdes. Ya he encontrado a alguien para comprobarlo, pero este cabrón es demasiado astuto, él utilizó el nombre de Sofía.
-¿Sofía Cintas?
Sentí un sobresalto en mi corazón, con una mirada de disgusto en mi cara, -Parece que esta hermana suya todavía es realmente útil. ¡Justo cuando más se necesita! Él solo cuida de sus propios intereses. En su opinión, solo yo soy la forastera.
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