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¿Tuvimos un hijo novel Chapter 313

Capítulo 313

– Vámonos. -El tono de Elías se volvió serio debido a que estaba claro que el lo había tomado muy a pecho. Con esa petición, a Ray no le quedó de otra que seguir sus indicaciones y se fue utilizando la otra salida.

Por el otro lado, Mario llevó a Anastasia y a Alejandro a que vieran a Franco, por lo que los cuatro cenaron juntos cerca de la empresa, luego regresó junto a Alejandro cerca de las 8:30 de la noche. Después de que llegaron a casa, ella se puso ocupada bañando a su hijo y revisando su tarea, por lo que no se percató en qué momento se hicieron las 9:30, así que fue a acurrucar a su hijo en su cama.

No fue hasta que Alejandro se quedó dormido que ella regresó a su habitación y bostezaba durante todo el camino hacia allí, pero antes de irse a la cama, revisó a través de su celular y recordó las llamadas perdidas de Elías. Mientras miraba a la pantalla, tenia duda si debía preguntarle a Elías por qué la había llamado; no obstante, ya eran más allá de las 10:00 de la noche y si le fuera a mandar mensajes de textos, le estaría molestando durante su tiempo de descanso.

«Bueno, ya veremos como salen las cosas mañana».

Era todo un nuevo día a la mañana siguiente y Anastasia se apresuró a llegar al trabajo después de dejar a Alejandro en su escuela. Ella ya estaba en su oficina para las 10:00 de la mañana y leyendo todos sus correos electrónicos sin leer cuando Gabriela entro de repente sin siquiera avisar en la puerta.

– Anastasia! -Se apoyó sobre el escritorio con sus manos debido a que había escuchado algo impactante.

-¿Qué ocurre?-le preguntó mientras le parpadeaba.

-La señorita Durazo, la que es nueva aquí, iha recibido un ramo de rosas azules! ¿Tienes idea de quién se las mandó?

-¿Quién? – Anastasia levantó su taza de té y preguntó con una apariencia carente de interés. Ante eso, Gabriela le respondió con envidia:

-Yo escuché que son de parte del presidente Palomares. -Anastasia casi se ahogaba con su té cuando escuchó eso, pero pronto lo tragó y fingió calma.

-Bueno, iel presidente Palomares siempre está al acecho por nuevos miembros! – Gabriela se le quedó viendo.

– Anastasia, ino estás celosa? -Esa fue una pregunta que le pareció curiosa.

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