Capítulo 390
-No me importa -dijo Elias mientras se acercaba más a su rostro.
En eso, Anastasia lo detuvo rápidamente y le plantó un beso en la mejilla.
– Por favor, lleva a Alejandro a la escuela, gracias.
Elías la atrajo rápidamente entre sus brazos, de manera que ella quedó acurrucada contra su pecho, mientras, él le besaba levemente el cuello y le acariciaba el cabello; esa escena tan intima que normalmente suelen compartir las parejas en matrimonio, hizo que el corazón de Anastasia latiera con fuerza y que su rostro se pintura de un rojo escarlata.
En ese momento, la voz ronca del hombre le llegó al oido:
-Anoche me hiciste sufrir como no tienes una idea. -Entonces, le mordió la oreja como juego, de manera que ella se sobresaltó.
La mujer lo empujó rápidamente y le gritó:
– Vete de aquí, Elías! -Estaba avergonzada.
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