Capítulo 439 Sin lugar a donde ir
Mientras Anastasia se apoyaba en la pantalla de cristal y admiraba su colección, sintió una sensación cálida detrás de ella. Cuando se dio la vuelta, se encontró con la intensa mirada del hombre.
El fuego dentro de su mirada era inconfundible.
Podía entender lo que Elías, como un hombre normal de veintiocho años, estaba pensando en ese momento.
Sin embargo, su teléfono sonó inesperadamente. Echó un vistazo a la pantalla y vio el nombre que le dio asco.
La llamada era de Hayley.
Anastasia también lo vio, e inmediatamente levantó la cabeza y quiso preguntarle si contestaría la llamada.
Sin embargo, Elías rechazó la llamada y bloqueó el número de Hayley.
Anastasia sabía que, a pesar de su anterior aventura de una noche, el acto de Hayley de dañar a su abuela era totalmente inaceptable para Elías y que, al hacerlo, nunca lo volvería a ver.
Al darse cuenta de que no estaba de buen humor, Anastasia lo abrazó y dijo: “Prepararé la cena esta noche. ¿Qué quieres tener?”
“Disfruto lo que cocinas.” Elías le devolvió el abrazo, presionándola contra su pecho para que pudieran abrazarse con fuerza.
Todo lo que Anastasia podía oler mientras estaba enterrada en sus brazos era su aroma hormonal, y lo escuchó decir junto a su oído: “Pero tú eres mi plato favorito de todos”.
Ante eso, ella lo apartó con una sonrisa. “Lo siento, presidente Presgrave, pero ese plato no está disponible esta noche”.
Ella salió de la habitación después de terminar sus palabras, dejándolo sonriendo solo en la habitación. Elías fue lo suficientemente paciente como para esperar lo que deseaba.
Afuera era una noche oscura. Todos los demás relojes de la pantalla de cristal estaban débilmente iluminados; solo el reloj que estaban mirando antes tenía la cabeza de un lobo, exudando un aura dominante.
Mientras tanto, Hayley se sentó abatida en un banco en la calle fría. Ella había llamado varias veces, pero ninguna de sus llamadas fue respondida.
Sabía que Elías la había bloqueado.
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