Extra-5
Pov Quero
La vida está llena de altas y bajas.
Eso es lo que me digo siempre que me acuerdo de esos ojos verdes.
—¡MALDITA SEAAAAAAA! —chillo apretando la almohada en mi cara y sintiendo como el corazón se me rompe cada vez más con la música sonando por mis audífonos.
"Just gonna stand there and watch me burn, well that's alright, because i like the way it hurts."
Una mano cálida acaricia mi cabeza y no tengo ni ver quien es para saber que es ella.
—Todo estará bien, ya lo veras —levanto mi rostro lleno de mocos y lágrimas gruesas hacia el suyo y junto mis cejas.
—No, Jex. Nada está bien y no lo estará —vuelvo al hueco en su cuello y sorbo sonoramente mi nariz —si tanto asco me tenía como para no decirme que era su mate, si tanto quería estar con otra me lo hubiese dicho y nos hubiésemos ahorrado esto desde un inicio.
—Hey —ella me separa de su hombro y toma mi cara entre sus manos —jamás pienses en ti como asco o como una basura, —limpia mis lágrimas con un pañuelo desechable que agarra de la mesita de noche —él es la basura y tú no mereces llorar por un grandisimo idiota que no se dio cuenta de lo maravillosa que eres, ¿de acuerdo? —sus palabras me llegan a lo más profundo del corazón y me quiebro en llanto nuevamente. Jex deja un beso en mi frente y me atrae a su pecho —ven aquí llorona —soba mis hombros y por la puerta se asoma mi madre, observa mi deplorable estado y despacio se acerca hasta estar sentada en la cama.
Es normal que actúe de esa manera, porque ella fue la me dijo que lo había visto con alguien más y yo no le creí, pero luego lo confirme cuando fui a su casa y vi lo que vi.
Supongo que como mamá se arrepiente de haberme dicho, porque sabía que esto pasaría, pero hizo bien en decirme.
—Mira como estás... —susurra y posa una de sus manos en mi pierna —mi niña —dice y me separó de Jex para ir a sus brazos.
—Lo siento por no creerte, mamá —trago grueso conteniendo las ganas de llorar.
Niega acunando mi cabeza —No tienes nada por lo que pedir perdón, pajarito.
—Ya dejen de comportarse así, porque me da envidia y me pongo a llorar, últimamente estoy muy sensible —suelto los brazos de ella y sonrío con el comentario de mi cuatro ojos favorita.
Miró a mi mamá con la misma intensión y la jalamos en un abrazo de oso por parte de las dos —Nosotras también te queremos mucho, Jex.
— Yo no tengo problema por compartir mi madre contigo —le digo yo y ella sacude el cabello de ambas al levantarse.
—Lo sé, pero bueno, vine aquí para que salgamos, compremos cosas y vayamos a ver nuestras series turcas a el cine en casa de la mansión —salta de alegría y con solo escuchar la palabra mansión achurro las cejas. Rápidamente ella nota mi desencajo y se aproxima a hablar —no te preocupes, esta semana Elián y Yannick no están.
—¿Segura? —cuestiono levantándome para tomar sus manos.
Si él no está es más que obvio que no rechazaré la oferta de ir a ver nuestras series amadas a una televisión gigante.
Vamos, es una oportunidad única en la vida.
Asiente —Elián se fue ayer por la noche y Yannick salió hoy en la mañana, no hay muros en la costa —volteo a ver a mi mamá pidiendo permiso y ella asiente sin refutar y con una sonrisa en su rostro.
—Te hará bien despejar la mente por un par de horas —se levanta —bueno, me iré a ver como va la comida, porque no quiero que se me queme —sale de la habitación y ambas damos saltos de alegría, ya que por primera vez ella deja ese lado de mamá regañona para después.
—Rápido antes de que se arrepienta —Jex me suelta y agarro mis zapatillas planas, arreglo el desastre que tengo como cabello y cambio la camisa vieja de dormir por una de rayas coloridas.
—Lista —digo agarrando su brazo para salir a toda velocidad de la casa —adiós mamá —me despido en la puerta.
—Adiós, mamá, de parte de tu segunda hija—grita ella y me lleva corriendo hasta la prado negra estacionada al frente de la casa —sube —abre la puerta y entro, ella imita mi acción y cierra —Ángel, vamos a casa.
—Entendido, luna Jex —abro mis ojos tanto como puedo al escuchar el luna y ella se sonroja.
Típico de Jexi.
Comments
The readers' comments on the novel: El Chico Dhall ©