Capítulo 115
– Me diste la oportunidad de hacerlo?–preguntó Kathleen con frialdad-. En circunstancias normales, aunque una persona normal se oponga a ti, deberías conocer tus limites y detener el acoso, zy qué hiciste?
Astrid se sobresaltó un poco.
– Entiendes lo que es el distanciamiento social? –continuó Kathleen con desagrado.
-Kate, me estas asustando -dijo Astrid con tono de agravio.
Kathleen replicó con cara de piedra:
-Puedo ser aún más aterradora. ¿Quieres ver eso?
Astrid se quedó atónita.
-Aunque Madeline sea solo una niña, deberias entender que no debes invadir su espacio personal -regano Kathleen con frialdad. Espero que lo entiendas.
Samuel miro solemnemente a Kathleen.
Tenia un montón de personalidades diferentes, que el aún no había entendido. El siempre había pensado que ella era gentil como un conejito. En este momento, parecia más bien un pequeño zorro con piel de cordero.
-Ya puede irse. ¿Quieres que tengamos mal apetito por tu culpa? – preguntó Samuel mientras miraba a Astrid con frialdad.
La expresion de Astrid era como si alguien la hubiera abofeteado en la cara. Con eso, se dio la vuelta y se fue.
Kathleen se quedó sin palabras.
¿Por qué Astrid tuvo que hacer eso? Si quiere perseguir a Christopher, que lo haga. ¿Por qué tenia que molestarme?»
Justo entonces, Madeline dejó de llorar,
Tiro del brazo de Kathleen y dijo:
– Katie, tengo hambre.
Kathleen se tragó sus sentimientos y dejó de darle vueltas al asunto. Sonrió a Madeline.
-Entonces, deberías hincarle el diente. Esto está hecho para ti – dijo.
Madeline abrió la boca y esperó a que Kathleen la alimentara
Kathleen serio y se sento. Luego le dio de comer con una pequena cuchara,
-¿Madeline? – Federick se quedó sin palabras.
Se alegro de que su hija se volviera más normal, pero le sorprendió que Madeline estuviera cerca de
Kathleen. Después de todo, Madeline y Kathleen ni siquiera cran tan cercanas.
-Está bien
dijo Kathleen con una sonrisa-. No tengo nada más que hacer en la cocina,
Federick se disculpo:
-Siento las molestias.
Kathleen nego con la cabeza y siguió alimentando a Madeline.
Samuel observó toda la situación con una mirada amable.
Si mis hijos hubieran nacido, ¿tendria una familia maravillosa y cálida? Kathleen habría sido una madre estupenda y yo también habría sido un padre increible. Sin embargo, todo ha desaparecido».
=;Delicioso! -Madeline miró a Kathleen con sus grandes ojos negros-. Katie, puedes ser mi mami? – preguntó.
Kathleen y Samuel se quedaron boquiabiertos.
-¡No! – Federick sacudió la cabeza y dijo- Acabas de decir que Samuel y Kate eran una buena pareja.
-Samuel puede ser mi padrino y Katie puede ser mi madrina. ¿No te parece bien? -preguntó Madeline con seriedad.
– Esta bien -contestó Samuel mientras le acariciaba la cabeza.
«¿Qué? ¿He dicho que si? Además, no tengo que tener nada que ver con su padrino si me convierto en su madrina».
Kathleen se sintió incomoda.
Mientras se concentraba en alimentar a Madeline, Samuel miraba su hermoso y delicado rostro. Sus ojos oscuros estaban llenos de afecto.
-Kate, ¿qué voy a comer? – preguntó, tratando de entablar una conversación con ella.
-¿No està la comida en la mesa? -respondió con desden.
-Yo también quiero macarrones con queso.-La miró solemnemente-. No he tenido suficiente la última
vez
Kathleen se quedo sin palabras.
Federick se acerco y tomó la cuchara de Kathleen.
– Yo la alimentare. Deberias inte -dijo
Kathleen miro a Sarnuel antes de levantarse para irse.
Federick dejó escapar una leve risa y dijo
-Ustedes dos se han acercado. Está haciendo una comida solo porque tú se lo pides.
Samuel respondió con voz grave:
– No ves que es reacia? Definitivamente no lo lograria si no fuera por la cámara.
No hace falta decir que nunca le contaria a nadie su trato.
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