Capítulo 34
-¿Qué más iba a querer? – pregunto Kathleen, desconcertada.
– Piensalo. Quieres divertirte sola? -recordo Samuel
En eso, Kathleen penso de repente en algo.
-Oh! No puedo gastar todo el dinero comiendo sola. Asi que, ¡voy a invitar a mis amigos también!
Samuel se quedo sin palabras.
Empezó a dudar si Kathleen se había enamorado de él.
– Espero que te atragantes con la comida -dijo Samuel con indiferencia.
Kathleen resopló y contesto:
-Se lo que quieres decir, pero no soy de tan bajo nivel. Por muy sola que este, tendré otras formas de sentirme menos sola. Nunca te enganare ni estaré con otro hombre. Cumpliré con mis deberes en el matrimonio, y no me pasare de la raya. No soy como tú, Samuel. El matrimonio es sagrado, pero tu lo tratas como una esclavitud. Para mí, no lo es.
Samuel la miró con frialdad.
-¿Casándote con un hombre que no te ama, y llamas a este tipo de matrimonio sagrado?
El rostro de Kathleen palideció al oír eso.
Las palabras de Samuel habían calado profundamente en su corazón al instante.
Le costó mucho esfuerzo no llorar delante de él, pero sus palabras hicieron que su corazón se resintiera.
Sintió el resentimiento y el odio burbujeando desde dentro en ese instante. Hizo todo lo posible por no llorar ni preocuparse, pero su comentario fue un duro golpe.
Está bien si sabia la verdad, pero ¿por qué decidió decirlo?
Samuel nunca pensó que Kathleen lloraria.
Sin decir nada, se secó las lágrimas y se dirigió a la salida.
Los ojos de Samuel se oscurecieron mientras la miraba.
“¿Por qué llora de repente? Es tan frágil. He dicho algo malo?>>
Samuel bajó de la azotea
Tyson camino hacia él.
-Sr. Macari.
-¿Por qué tartamudeas? – pregunto Samuel con frialdad.
-la escena de usted y la Sra. Macari en la azotea hace un momento fue transmitida. Además, la Sra. Staines declaró públicamente que no le permitiria casarse con la Sra. Yoeger. Ahora, todo el mundo está discutiendo esto-informo Tyson.
Samuel frunció las cejas.
-; Alguien descubrió la identidad de Kathleen?
–No por el momento. -Tyson negó con la cabeza y añadió-: Además, el señor Calvin había advertido a todos los de la empresa que no dijeran nada sobre este asunto.
-No put do controlar lo que dice mi madre, pero vigila este asunto. Mientras no descubran la identidad de Kathleen, todo está bien -dijo Samuel.
Después de todo, lo más importante en ese momento es proteger la privacidad de Kathleen.
-Si, lo entiendo. -Tyson asintió y continuo-: Una cosa mas, señor Macari. Su teléfono sigue sonando. Es una llamada de la Sra. Yoeger.
Ese incidente se difundió por todo Internet. ¿Cómo es posible que Nicolette no esté preocupada por ello?
-De acuerdo -respondió Samuel con indiferencia.
De vuelta a su oficina, su teléfono seguía sonando.
Atendiendo el teléfono, dijo:
-¿Hola?
-Samuel, ¿cómo pudiste besarla? – preguntó Nicolette mientras sollozaba.
«¿Cómo podria besarla? ¿Por qué no puedo besarla? ¡Es mi mujer!>>
Samuel estaba frustrado.
-Nicolette, deberías saber que la he besado innumerables veces durante los últimos tres años. No me digas que vas a alborotar por todos esos.
Nicolette se quedó helada al oir eso.
Sin embargo, no se atrevió a ser mala con el como lo hizo Kathleen, ya que Samuel era su unica esperanza. Sin él, no tendria nada.
No importaba, al menos necesitaria que Kathleen donara su médula ósea primero.
-Samuel, no estoy tratando de culparte. Es solo que… – Nicolette sollozo y añadió-: Samuel, sé que los miembros de tu familia no me quieren, y debes estar bajo presión. Lo siento.
La forma de ser de Nicolette era diferente a la de Kathleen. Aunque Samuel no pudo precisar el contraste, si percibió la diferencia.
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