Capítulo 35
Kathleen se sobresaltó un poco con la pregunta y empezó a agarrar con fuerza su bella mano.
Mientras tanto, Calvin la escudriñaba.
De hecho, no necesitaba responder más ya que su acción ya la había traicionado.
– Kate, al final vas a salir herida si te enamoras de alguien como Samuel -dijo Calvin con solemnidad-, No soy solo su padre; lo conozco al dedillo. Mi hijo no es tan honesto y sus palabras a veces se contradicen con sus actos. Puede que tengas que acceder a sus peticiones, lo que podría ser injusto para ti porque se supone que el amor es reciproco. Sin embargo, Samuel es extremadamente testarudo. Por lo tanto, la mujer que lo ama debe sacrificarse un poco más.
Kathleen asintió.
-Lo entiendo.
-Mi hijo ha nacido con una cuchara de plata. Por eso, piensa que si una cosa le pertenece, no necesita luchar por ella ni molestarse con ella. Sin embargo, sólo se dará cuenta de lo mucho que le importa una vez que se le escape de las manos -dijo Calvin con suavidad-. Quizá debas darle algo de tiempo.
Kathleen frunció los labios.
-¿Cuánto tiempo debo darle? ¿Un dia? ¿Una semana? ¿O toda una vida?
-Esto es para que especules.-La voz de Calvin cayó en un silencio-. Creo que tu harás tu juicio en ese momento.
Kathleen bajó la mirada y guardó silencio.
Sabia que Calvin la estaba persuadiendo para que le diera otra oportunidad a Samuel. Sin embargo, ¿por qué deberia darle una oportunidad? El y Nicolette ya habían hecho ese acto incalificable.
Esa misma noche, Kathleen se había puesto un vestido de noche indigo de un solo hombro, que le daba un aspecto elegante.
El vestido añil sólo hacía que su piel pareciera más blanca de lo que ya era. Su larga y flexible cabellera estaba recogida en un moño suelto y sujeta con una horquilla de piedras preciosas de color azul oscuro, lo que le daba una imagen hermosa y sofisticada.
Kathleen nunca se habia vestido asi delante de nadie.
Era su primera vez.
Calvin estaba muy contento.
-Tu suegra dio instrucciones i alguien para que le entregara esta bata.
-No me extrana que me quede como un guante. – Kathleen sintió una oleada de calor en su corazón.
-Llevaba este vestido cuando nos conocimos. -Calvin rumio el pasado.
Kathleen se quedo atónita con la historia que hay detrás de este vestido en particular.
-Subamos al coche -dijo Calvin.
– Papa. Samucl salio de la empresa
-Te has librado del trabajo -respondió Calvin con frialdad. Llevaré a Kate al banquete.
La mirada oscura de Samuel se poso en Kathleen, la mirada de sus ojos era insondable.
–Papa, que dirian los de fuera si la llevaras contigo?
-Es facil. Podria decir que Kate es la que tu abuela adoptó como su nieta. Si no, le diré a todo el mundo que sus padres fueron los salvadores de tu abuela. Todo el mundo lo sabe. -Calvin llevaba tiempo pensando en una buena explicación.
-¿Como piensas explicar a la gente en el futuro si afirmas que tu nuera es ahora la nieta adoptiva de la abuela? -Samuel habló con un tono frio-. La llevaré alli en su lugar.
-¿No es todo esto culpa tuya? Además de nuestra familia, nadie mas sabe que Kate es tu mujer -se burló Calvin-. Eso también esta bien. Una vez que el divorcio haya finalizado, Kate se convertirá en la hija legitima de mi familia. Será mejor que no causes problemas en ese momento.
Samuel se quedó sin palabras.
«¿Por qué iba a causar problemas?»
-Si no, ¿por qué no dejas que Kate decida? -Después de eso, Calvin le preguntó a la joven-: ¿En el coche de quien quieres subir?
– El mio. -Samuel agarró la mano de Kathleen.
No obstante, Kathleen retiró la mano y murmuro:
-Señor Macari, es mejor que evitemos levantar sospechas.
Con eso, se subió al coche de Calvin.
La melancolia envolvió el rostro de Samuel.
Calvin lanzó una mirada dudosa a su hijo.
<
Comments
The readers' comments on the novel: Enamorándome de mi esposa provisoria