Capítulo 46
-¿Que? – Kathleen estaba atonita, Christopher dejó escapar una risa.
-¿Te sorprende?
Ella asintió.
-Solo estaba bromeando-los labios del hombre se curvaron en una sonrisa-. Lo que quiero decir es que un amigo es un par de manos extra de apoyo, ¿no?
Sabia que no podia dejar claras sus intenciones en este momento, ya que Kathleen aún no estaba divorciada de Samuel. Ella era alguien que se aferraba mucho a su moral, y él también. Se respetaban el uno al otro, por lo que no se pondrian en una situación incómoda. En esencia, eran dos personas orgullosas. Y la gente como ellos nunca permitiria que los demás les senalaran con el dedo.
Queria confesarle sus sentimientos sólo cuando estuviera divorciada. En cuanto al bebé que llevaba en el estomago, podia tratarlo como si fuera su propio hijo, ya que, al fin y al cabo, ella era la madre.
-Para ser sincero, Samuel y yo tenemos un acuerdo -Kathleen bajo la mirada y su expresión era tranquila-: Prometimos no divorciarnos si ambos sentimos que podemos seguir juntos después de un mes. Sin embargo, no fue hasta ese dia en casa, cuando vi lo condescendiente y duro que fue al oponerse a que yo asistiera a la cena de cumpleaños de la vieja señora Yoeger, que al fin comprendi. Me mira con desprecio desde el fondo de su corazón.
Ya no mantendría ese matrimonio desigual.
El rostro de Christopher se ensombrecio:
– Kathleen, no deberías menospreciarte. La familia Macari y yo nunca hemos pensado que seas inferior a los demás.
-Chris, soy muy consciente de lo amables que son tu, la abuela y el resto conmigo -sonrió-. Samuel es responsable de sus propios actos, así que no les guardare rencor a todos. Sin embargo, tengo ganas de dejar este lugar después de divorciarme.
-¿Adónde quieres ir?
-Estoy pensando en ir a casa de mi abuela -Kathleen lo miro de reojo-: No se lo digas a nadie.
– No te preocupes. No lo haré – negó con la cabeza. Estaba encantado de que ella se abriera a él de esa manera- ¿Hay alguien más en la casa de tu abuela?
-No-respondió con calma-: Mi madre me dijo que hay muchas flores alli. Florecen en verano y son muy hermosas Me gustaria visitar el lugar que hasta mi madre echaba de menos.
–Lo entiendo – asintió.
— Por lo tanto, me limitare a mirar en silencio sin importar si Samuel se mete conmigo o se enfada conmigo. No quiero torturarme más se decidió – El no vale la pena. Supongo que he desperdiciado diez años de mi juventud en la persona equivocada.
Christopher se detuvo un momento antes de empezar
– Kathleen, en realidad… Estaba a punto de decir algo cuando llamaron a la puerta.
Kathleen estaba asombrada.
-¿Han vuelto tan pronto?
-Toma asientoIre a abrir la puerta -él se levantó y fue a abrir. Al hacerlo, vio que era Tyson el que estaba fuera.
-¿Sr. Morris? -preguntó sorprendido.
-¿Que haces aqui?-con el rostro inexpresivo, Christopher pregunto- ¿Por qué no estás con Samuel?
-El señor Macari me ha encargado que recoja a la señora Macari para dirigirse a la residencia de los Yoeger -explico Tyson.
Christopher frunció el ceño. «¿Qué quiere decir Samuel con esto?>>
-¿No sabe que Kathleen está enferma? – preguntó disgustado-. Ella no puede ir.
-Esto… -Tyson no se atrevió a decirselo a Samuel.
-Entra y pregúntale en persona -Christopher no le dio importancia.
Tyson asintió. Entró en la mansión y se dirigió al salón.
Miró a Kathleen, que, en efecto, parecia más pálida que de costumbre. Se dio cuenta que no le habia mentido.
-¿Qué pasa? – preguntó ella con displicencia.
-Señora Macari, el señor Macari me ha ordenado que la lleve a la fiesta en la residencia Yoeger-respondió Tyson.
-No voy a ir-Kathleen se frotó las sienes-. Apuesto a que Nicolette le instigó a hacerlo, y por eso le pidió que me recogiera.
Tyson se calló.
-Si no siguiera a la abuela y al resto hasta alli y sólo apareciera después de que Samuel enviara a alguien a recogerme, qué crees que pensarían la familia Yoeger y los demás invitados a la fiesta de cumpleaños? – Kathleen se burló- ¿Por qué iba a provocar esta calumnia?
Tyson frunció los labios. En realidad, el también pensaba lo mismo.
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