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Enamorándome de mi esposa provisoria novel Chapter 65

Capítulo 65

Aunque Kathleen siempre había actuado mansa ante Samuel, eso no significaba que fuera una persona débil. Por muy débil o dócil que fuera, no permitiria que un simple guardaespaldas le diera ordenes.

Sarah miro a Kathleen con desagrado: «Esta mujer es tan repugnante. Ella ha arrebatado a Samuel de Nicolette. Encima, ahora se comporta de forma tan arrogante. Aun así, no me importa como me trate. Después de todo, Nicolette es la futura nuera de la familia Macari. Por lo tanto, sólo necesito complacerla a ella».

Kathleen se levantó y volvió a su habitación. Al no tener ningún otro sitio al que ir, Sarah solo pudo sentarse en la sala de estar.

Samuel fue al hospital y Nicolette se emocionó al verlo.

-¡Samuel, por fin vienes!

Mirandola con desden, Samuel preguntó con severidad:

– Nicolette, te doy una oportunidad más. ¿Enviaste a alguien a lastimar a Kathleen?

– No, no lo hice. -A Nicolette le dio un vuelco el corazon, «Por qué vuelve a sacar este asunto de repente?»

-El hombre que hirió a Benjamin ha sido capturado –comento el impasible Nicolette se quedo atónita.

-No pudo soportar la tortura y confeso todo-mirando a Nicolette sin expresión, preguntó- ¿Por que lo hiciste?

-¿Me preguntas por que? -los ojos de Nicolette se llenaron de lágrimas al instante al escuchar su acusación.

Samuel la miró con el ceño fruncido. Limpiando las lágrimas de su cara, ella admitio:

-Esto es porque te amo, Samuel. Quiero tenerte. ¿Comprendes lo doloroso que es para mi amarte y, sin embargo, no poder ganar tu corazón? Sólo piensas que Kathleen estaba consternada por esta situación. ¿Y qué hay de mi, entonces? ¿Sabes lo que he tenido que soportar en los últimos tres años sin ti?

Samuel permaneció en silencio. Nicolette ahogó sus lágrimas y murmuro:

-¿Sabes cuánto te he echado de menos? No puedo dejar de pensar en ti. A veces, creo que estoy perdiendo la cabeza por ti. Quiero volver a tu lado. Sin embargo, no puedo hacer nada al respecto. Cada vez que queria volver al pais, me paraba la gente de tu abuela. Si no hubiera enfermado esta vez, no me habri volver.

-Eso no es una excusa para que le hagas daño.-Samuel frunció las cejas, molesto. Nicolette moqueo:

-Se que he cometido un error. Sin embargo, ¿puedes culparme por querer estar contigo? Samuel, està claro que estamos enamorados el uno del otro. Kathleen es la que sobra.

-Fue mi familia la que me obligó a casarme con Kathleen. Ella no tuvo nada que ver -Samuel la corrigió en un tono escalofriante- Nicolette, no te expondré por lo que hiciste esta vez. Sin embargo, no debes volver a hacerlo. ¿Entiendes?

Tirando del dobladillo de su traje, ella imploro:

– Lo siento mucho, Samuel. Sé que te he molestado.

Sentimientos encontrados surgieron en el interior de Samuel al ver que ella rompía a llorar. Levantó la vista v le acaricio la cabeza

Deja de llorar

Sorbiendo con fuerza, sugirio:

-Samuel, casemonos. Aunque sólo me quede un dia de vida, quiero casarme contigo. Quiero morir en tus brazos. Entonces, morire sin remordimientos.

La expresión de Samuel se ensombrecio:

-Centremonos primero en curar tu enfermedad.

Al escuchar sus palabras, Nicolette se mordió el labio: «Estoy segura de que no quiere divorciarse de Kathleen ahora. ¿Qué voy a hacer? ¡A este paso me quedare sin nada! Parece que tengo que usar mi último recurso >>

El caos parecia haberse calmado después de dos días.

Samuel volvió a casa al mediodía. Mirandole con sorpresa, Kathleen indagó:

-¿Por qué has vuelto?

-Bueno, hay algunos problemas con el negocio en Frosa. Tengo que ir alli para resolver el asunto-explicó en tono monotono.

Caminando a su lado, Kathleen le preguntó:

-¿Cuanto tiempo vas a estar fuera?

-Una semana.

«¿Una semana? ¡Hurra! ¡Eso significa que por fin podré disfrutar de un tiempo a solas!>>

Arqueando una ceja, Samuel se burló:

–Pareces encantada de que me vaya del pais.

– No-bajando las comisuras de la boca con fuerza, respondió-: Mira, no estoy sonriendo.

El rostro de Samuel se ensombrecio de inmediato.

-Será mejor que te quedes en casa durante toda esta semana. No puedes ir a ningún otro sitio.

-Ya lo veremos-Kathleen frunció los labios ante su advertencia.

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