Capítulo 73
– ¿Por qué no contesta Samuel? -preguntó Nicolette enfadada.
Tyson estaba impaciente.
-Sra. Yoeger desta segura de que no sabe por que el Sr. Macari no responde a sus llamadas? Usted causó la muerte de sus dos hijos. ¿De verdad penso que seguiría hablando con usted después de eso?
Nicolette respondió enfadada:
-Son sólo dos embriones fecundados manualmente! Si quiere tener hijos, iyo seré la madre de sus hijos!
– ¿De verdad crees que al Sr. Macari le gustaría tener hijos sin tener en cuenta quién es la madre? A él sólo le importan los hijos de la señora Macari. Además, el señor Macari ya no te quiere, asi que ¿por qué querria tener hijos contigo?-dijo de forma sarcástica.
-¡Estás mintiendo! ¡Quiero ver a Samuel! -gritó.
Tyson pidió a los guardaespaldas que la detuvieran.
-Sra. Yoeger, el Sr. Macari ha ordenado que nunca aparezca delante de la Sra. Macari durante el resto de su vida. Por lo tanto, será mejor que se porte bien y deje de forcejear asi.
Nicolette tenia una mirada sombria.
-¿A dónde me envias?
-Según las órdenes del Sr. Macari, te enviaremos primero a una villa. Una vez que su cuerpo se recupere por completo, la enviaremos fuera del pais. Sra. Yoeger, a juzgar por lo que ha hecho a la Sra. Macari, el Sr. Macari ya está siendo cortés y amable con usted. Asi que más le vale que se lo agradezca -dijo con frialdad.
Habló con los dientes apretados.
– Sólo eres el sirviente de Samuel! ¿Cómo te atreves a hablarme asi? Haré que se ocupe de ti si te atreves a detenerme.
-Te he dado una opción, pero no la aprecias. ¿A qué esperas? A por ella. -Tyson resopló.
La expresión de Nicolette cambió.
-¡Cómo te atreves!
Se rio con desdén.
-Senorita Yoeger, es mejor que nos siga obedientemente.
Antes de que terminara su frase, dos hombres corpulentos ya se dirigían hacia Nicolette.
Cuando se acercaron a ella, no tuvo más remedio que subir al coche.
Todo habia terminado. Ya no pasaria nada más, 20 si?
Al día siguiente, cuando Kathleen se desperto, se dio cuenta de que Samuel estaba acostado a su lado. La abrazaba tan fuerte que no podia ni moverse.
De repente, recordo que se había quedado dormida después de discutir con él.
No pudo evitar sospechar que algo andaba mal en su cuerpo.
«Es mi cuerpo en verdad tan debil?>>
Con ese pensamiento en su mente, colocó su dedo izquierdo en su muñeca derecha.
De hecho, su cuerpo estaba muy débil.
Esa debilidad era mucho más que la pérdida de sangre y vitalidad. Aunque tomara muchos suplementos de alta calidad, no sería fácil para su cuerpo recuperarse. Podría decirse que su cuerpo estaba arruinado.
-¿En qué estás pensando? -Se escuchó la voz baja y ronca de Samuel.
Se quedó atónita un momento y bajó la mano.
– No es nada.
Se inclinó más hacia ella y le dio un suave beso en la mejilla.
– ¿Dormiste bien?
Ella frunció el ceño.
-No. La cama es demasiado pequeña. No hay suficiente espacio.
La abrazo con fuerza.
-Bueno, no podemos hacer nada al respecto. Sólo podrán darte el alta cuando tu cuerpo esté un poco mejor
Ella frunció los labios.
-¿No consideraste dejarme dormir sola estos dias?
-No. Tu cuerpo está demasiado débil y frio. El médico me dijo que te mantuviera caliente -respondió con tono dominante.
Ella frunció el ceño.
-¿Qué curandero dijo eso?
La rniro.
-Lo hice. Te quiero en mis brazos cuando duerma. No puedo?
Se quedó sin palabras,
Murmuro en voz baja
-Shh. Pórtate bien. En verdad estoy haciendo esto por tu propio bien.
Kathleen no escuchó.
Comments
The readers' comments on the novel: Enamorándome de mi esposa provisoria