Capítulo 184
Al día siguiente, Jazmín se dirigió a la residencia de Estefanía siguiendo las coordenadas que Valentín le había compartido por mensaje. La zona residencial donde vivía la celebridad era extremadamente exclusiva, y a pesar de haber presentado su identificación en la entrada, el personal de seguridad se negaba rotundamente a permitirle el acceso. Frustrada y sin manera de contactar directamente a Estefanía, no tuvo más alternativa que permanecer junto a la entrada con una rabia apenas contenida.
El verano había llegado con toda su fuerza y justo ese día el sol caía implacable sobre la ciudad. Jazmín sentía cómo el sudor empapaba su blusa y su rostro ardía por el calor. Con determinación, se acercó nuevamente al guardia dispuesta a confrontarlo, pero en ese preciso instante el hombre recibió una llamada.
-Claro, señorita propietaria, ahora mismo envío a alguien para que la acompañe.
Tras colgar, el guardia miró a Jazmín con expresión neutra.
-¿Vienes a ver a la señorita Mena?
Jazmín puso los ojos en blanco, exasperada.
-¿Cuántas veces tengo que decírtelo? ¡Vengo a buscar a Estefanía!
-Perfecto, espera un momento.
El guardia tomó su radio y solicitó asistencia. Minutos después, apareció un empleado del residencial para escoltar a Jazmín al interior del complejo.
“Esta maldita lo hizo a propósito, estoy segura“, pensó Jazmín mientras rechinaba los dientes de pura frustración.
Las residencias en aquella zona estaban considerablemente distanciadas entre sí, por lo que después de cruzar la entrada principal debían recorrer un largo camino. Jazmín, quien había elegido unos tacones de ocho centímetros para la ocasión, apenas podía mantener el equilibrio sobre el sendero empedrado. Desesperada, señaló un carrito de golf estacionado a
pocos metros.
-¿Y ese carro? ¿Por qué no podemos usarlo para llegar más rápido?
El empleado le ofreció una sonrisa educada pero firme.
-Lo siento mucho, señorita, esos vehículos son exclusivamente para los propietarios. Como usted no es residente de nuestra comunidad, lamentablemente no está autorizada.
La rabia tiñó el rostro de Jazmín de un tono verdoso, pero no le quedó más remedio que soportar el dolor punzante en sus pies y continuar la marcha forzada.
“Cuando recupere a ese mocoso de Pablo, te juro que me las vas a pagar todas juntas“, juró para sus adentros.
Casi treinta minutos después de una caminata tortuosa bajo el sol abrasador, finalmente el
1/3
17:20
Capitulo 184
empleado condujo a Jazmín hasta la entrada de la propiedad de Estefanía. Desde el otro lado de la reja, el hombre tocó el intercomunicador y anunció su llegada. Estefanía respondió pidiéndoles que esperaran un momento.
Finalmente, la actriz emergió con paso tranquilo, aproximándose a la entrada con una expresión de falsa cordialidad. A través de los barrotes, miró a Jazmín con una sonrisa calculada.
-Vaya, sí que te tomó tiempo llegar, querida.
Jazmín estaba tan furiosa que sentía el impulso de lanzarse contra ella. El sudor había arruinado completamente su peinado y su imagen cuidada.
Estefanía se dirigió al empleado con tono afable:
-Gracias por traerla, ¿podrías esperar un momento mientras conversamos? Después necesitaré que la acompañes a la salida.
-Por supuesto, señorita Mena.
El hombre asintió respetuosamente y se alejó lo suficiente para darles privacidad.
Jazmín miró a Estefanía con desprecio.
-¿Qué significa esto? ¿No piensas dejarme entrar?
Estaba completamente agotada y lo mínimo que esperaba era poder descansar brevemente en el interior y beber algo fresco.
-¿Y por qué tendría que invitarte a pasar? No somos amigas.
Estefanía se encogió de hombros con indiferencia.
-¡Tú!
Jazmín apretó la mandíbula con rabia contenida, pero al reflexionar sobre la influencia que tenía Estefanía, no tuvo más remedio que tragarse su furia. Al fin y al cabo, se enfrentaba a una actriz en el punto más alto de su carrera, con un nivel de popularidad y conexiones que ella jamás podría igualar.
-¿Dónde está Pablo?
-Ya vendrá, no te desesperes.
Comments
The readers' comments on the novel: La Falsa Muerte de la Esposa