Capítulo 60
Si no se equivocaba, la transmisión en vivo ya había sido interrumpida abruptamente.
Cualquier declaración que intentara hacer hoy nunca llegaría al público.
Ante los ojos del mundo, solo parecería que había organizado una conferencia de prensa para terminar no diciendo absolutamente nada, burlándose de todos.
Mientras tanto, André continuaría ejecutando toda clase de estrategias mediáticas para proteger a Araceli.
Y no sería sorprendente que incluso tomara medidas en su contra.
André… ¡verdaderamente carecía de piedad!
En la intimidad de la sala de descanso tras bastidores, Sabrina encaró a André con mirada penetrante.
-¿Qué es tan urgente que necesita comunicarme, señor Carvalho?
-Me encargaré personalmente de controlar la opinión pública y neutralizar la situación mediática por ti -respondió André con voz profunda y serena como aguas subterráneas.
Sabrina lo interrumpió con delicada firmeza.
-Si su plan consiste únicamente en silenciar voces y manipular información, lamento decirle que no puedo aceptarlo. Aunque elimine cada publicación y noticia existente, mi imagen de villana y asesina permanecerá indeleble en la conciencia colectiva.
Con mirada fija en aquellos ojos oscuros y enigmáticos, Sabrina esbozó una sonrisa tenue.
-Posiblemente solo conseguiría intensificar la indignación pública, convirtiéndome en blanco de mayor hostilidad.
La mirada de André se detuvo en la cicatriz reciente que marcaba la frente de la mujer, y su expresión se tornó ligeramente más intensa.
-Voy a esclarecer completamente esta situación por ti.
-¿Esclarecer? -Sabrina dejó escapar una risa suave cargada de ironía-. Mi nombre ha sido arrastrado públicamente durante tanto tiempo, ¿y justo ahora el señor Carvalho decide que es momento de aclarar las cosas?
André sostuvo su mirada mientras articulaba con pausada deliberación.
-Si tienes condiciones que imponer, exprésalas ahora.
Un destello de astucia iluminó los ojos de Sabrina.
-Tengo dos condiciones específicas.
1/3
17-16
Capitulo 60
-De acuerdo aceptó André instantáneamente.
-Señor Carvalho, sería prudente que esperara a escucharme completamente antes de comprometerse -advirtió Sabrina con calculada tranquilidad.
-Continúa.
-Primera condición: quiero que me entregue mil millones -declaró Sabrina sin vacilación.
La mirada de André se tornó aún más sombría. Mil millones representaban una fortuna considerable.
-¿Para qué requieres semejante cantidad?
-Compensación por daños psicológicos y difamación pública. He sido objeto de insultos y agresiones durante días. ¿O acaso el señor Carvalho considera que una simple disculpa de la señorita será suficiente?
Tras unos instantes de denso silencio, André finalmente accedió.
-Está bien.
“Patético“, pensó Sabrina con amarga satisfacción interior. Por Araceli, realmente estaba dispuesto a cualquier cosa. Mil millones concedidos sin la menor resistencia, sin siquiera parpadear.
-¿Ese era tu verdadero objetivo? -la voz de André cortó sus pensamientos.
Sabrina elevó su mirada hacia él.
-¿Disculpe?
-¿Todo este espectáculo fue orquestado simplemente para extorsionarme?
El rostro de Sabrina adoptó una expresión de fría indiferencia mientras decidía no dignificar la acusación con explicaciones.
Comments
The readers' comments on the novel: La Guerra de una Madre Traicionada