Capítulo 74
-¿Mamá? ¿Te refieres a la señorita Sabrina? -preguntó Romeo, girando la cabeza con genuina sorpresa mientras sus pequeños ojos se abrían de par en par-. Pero, ¿tu mamá no es aquella señora?
Su mirada inocente se dirigió hacia Araceli, quien permanecía inmóvil en la cama del hospital con expresión inquieta.
-Esta mañana, ¿no participaron juntos en el evento familiar de padres e hijos?
Thiago mantuvo su rostro impasible, con un rictus de dureza impropio de un niño de su edad. -Participar en un juego no significa que ella sea mi madre -replicó con voz cortante.
-Pero cuando todos preguntaron, no lo negaste -insistió Romeo con la transparencia propia de la niñez-. Además, ¿no dijiste que la señorita Sabrina solo era la niñera en tu casa?
Niñera.
Aquella palabra cayó como una bomba en la habitación.
El aire pareció congelarse por un instante.
Las expresiones de todos fluctuaron entre la sorpresa y la incomodidad.
Existían verdades que, aunque conocidas por todos, nunca debían pronunciarse abiertamente. Que la señora Carvalho hubiera sido una simple niñera en aquella mansión era una de ellas. Si tal información se divulgara, las consecuencias no afectarían solo a Sabrina, sino a André y toda la dinastía Carvalho.
Gabriel, quien había permanecido en silencio observando cada reacción, decidió intervenir.
-Sabrina, he venido especialmente para entregarte algo.
Instantáneamente, todas las miradas convergieron en él.
Gabriel exhibía una sonrisa despreocupada que contrastaba con la tensión circundante.
Extendió su mano y le entregó un teléfono móvil a Sabrina.
Al abrirlo, Sabrina descubrió un video en pantalla.
La grabación mostraba claramente a ella y Araceli en el descanso de las escaleras.
-Esto es… -murmuró Sabrina, con un leve atisbo de asombro en su voz.
-Es la evidencia exacta de cómo la señorita sufrió su caída -explicó Gabriel con tono desenfadado.
-¿Video? -intervino Araceli, mientras su semblante se transformaba visiblemente. Pero en ese sector de las escaleras no había cámaras instaladas…
Sabrina la observó con intensidad penetrante.
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Capitulo 74
-¿Cómo puede la señorita estar tan segura de la ausencia de vigilancia en esa zona?
Araceli, consciente de su desliz, intentó componerse con una sonrisa forzada que no alcanzó
sus ojos.
-Cuando fui a buscar a Thiago, eché un vistazo rápido y me pareció notar que no había dispositivos de grabación en esa dirección…
-En efecto, no existen cámaras en dicha ubicación -confirmó Gabriel con voz indolente-. Pero Romeo deseaba capturar a Sabrina descendiendo por las escaleras y, casualmente, registró una escena sumamente reveladora.
El dispositivo de Gabriel, último modelo en tecnología, reproducía imágenes con nitidez
extraordinaria.
La secuencia mostraba con precisión indiscutible cómo Araceli perdió el equilibrio en las
escaleras.
Sabrina no había ejercido contacto alguno; fue Araceli quien, en su afán por perseguirla, terminó desplomándose.
Al finalizar la reproducción, un silencio sepulcral invadió la habitación.
-No había sistemas de vigilancia -comentó Gabriel con una risa suave-. Pero afortunadamente Romeo registró ese momento crucial. De lo contrario… Sabrina habría enfrentado consecuencias injustas.
-Nunca afirmé que la señorita Ibáñez me empujara -se apresuró a declarar Araceli, intentando salvaguardar su reputación.
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