Capítulo 85
-¿Realmente crees que ostentar el título de señora Carvalho te sirve de algo? -Fabián curvó sus labios en una sonrisa cargada de desdén-. ¿No me crees? Basta que Araceli susurre que tiene miedo y André aparecerá a su lado, sin importar la hora ni las circunstancias.
-¡André corre a casa cada vez que Araceli chasquea los dedos!
-Últimamente, tu marido apenas pisa el hogar, ¿verdad? ¿Adivinas dónde se encuentra? Está pendiente de Araceli mientras ella se recupera de un simple resfriado. La preocupación por ella
lo consume…
-Incluso tu propio hijo la rodea, cuidándola con devoción y culpándote directamente por su enfermedad.
-Es cuestión de tiempo antes de que Araceli te desplace por completo y se convierta en la nueva madre de Thiago.
Fabián lanzó una mirada rebosante de triunfo a Sabrina antes de marcharse con paso altivo, como quien sabe que ha asestado un golpe mortal.
-¡Esto es el colmo de la desfachatez! -Daniela, consumida por la indignación, hizo ademán de perseguirlo, pero Sabrina la contuvo con firmeza.
Sabrina mantuvo su rostro impasible, sin revelar el menor indicio de rabia-. Déjalo ya, Daniela. No merece la pena enzarzarse con alguien tan irracional. Estoy en contacto con un abogado para gestionar el divorcio. Pronto recuperaré mi libertad.
-¡Has entregado tanto por André y por Thiago, has sacrificado años valiosos de tu vida sin recibir nada a cambio! ¡La injusticia clama al cielo! -replicó Daniela, con la furia aún vibrando
en su voz.
-No tiene importancia -respondió Sabrina con una serenidad desconcertante-. Nunca es
reinventarse. Al menos aprendí la valiosa lección de que solo puedo depender de mí
para
tarde
misma.
Varios días después, durante una mañana luminosa, el teléfono de Sabrina vibró con una llamada de Marcelo.
-Sabrina, ¿has tenido noticias de Daniela hoy?
-No–contestó Sabrina, mientras una leve arruga de preocupación atravesaba su frente-. ¿Ocurre algo con ella?
Marcelo dejó que un silencio tenso se instalara entre ambos-. Daniela localizó algunos espacios prometedores para el estudio y ayer me pidió que los visitáramos juntos. Sin embargo, esta mañana ha sido imposible contactarla. Me inquieta que haya sufrido algún percance, por eso recurrí a ti.
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Sabrina percibió inmediatamente que algo no encajaba-. ¿Le ha ocurrido algo a Daniela?
-La última vez que nos vimos, apareció un sujeto llamado Fabián que comenzó a soltar veneno, insultándote sin pudor alguno -explicó Marcelo, bajando el tono como si compartiera
un secreto.
-Se pavoneaba frente a Daniela alardeando del trato exquisito que André dispensa a Araceli. La retó a comprobarlo personalmente.
Marcelo y Daniela formaban parte del círculo íntimo de Sabrina, y existía una familiaridad natural entre ellos.
Tras compartir tiempo con Daniela, Marcelo había llegado a comprender los matices de su temperamento.
-No pude quedarme tranquilo, así que acudí al hospital para indagar -prosiguió Marcelo. Me enteré de que Araceli intentó quitarse la vida anoche.
-¿Pero qué conexión tiene esto con Daniela? -interrumpió Sabrina con urgencia.
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