Capítulo 1028
La carretera estaba rodeada por el calor.
El Mercedes de Raymond se estaba quemando en la carretera.
Después de más de una hora, el automóvil se salió de la carretera y se detuvo en el estado vecino. Otros 40 minutos después, el Mercedes finalmente se detuvo cerca de un edificio de apartamentos de 10 pisos en ruinas.
Raymond se desabrochó el cinturón de seguridad y le dijo a Cindy, que estaba a su lado: “Aquí estamos. Salgamos”.
Mirando el viejo edificio de apartamentos, Cindy se volvió tímida.
Ella no quería enfrentarlo.
Por lo tanto, se sentó allí con los labios apretados. No estaba dispuesta a desabrocharse el cinturón de seguridad y bajarse.
Al ver eso, Raymond se inclinó y le desabrochó el cinturón de seguridad. “Puedes engañarte a ti mismo después de verla”.
Cindy continuó comprimiendo sus labios. Miró a Raymond con irritación y dijo sin piedad: “Incluso si tiene una prometida, no volveré a ti”.
Con eso, Cindy siguió mirándolo.
En lugar de estar sorprendido por ella, Raymond descubrió que era algo encantadora.
El torció los labios y dijo: “Está bien que estés enojado conmigo. Vamos a echar un vistazo primero?”.
“No lo haré”. Estando agitada, Cindy se volvió contra Raymond.
“Bueno, te llevaré abajo”. Con eso, Raymond se acercó.
Cindy no le permitió que la cargara, así que lo empujó y le dijo: “No te muevas. Me correré sola”.
“No te tocaría si te hubieras comportado de esta manera”, dijo Raymond con una sonrisa.
Bajaron del coche uno tras otro.
Raymond caminó frente a Cindy.
En la entrada, Raymond se dio la vuelta y miró a la hermosa mujer de pie bajo el sol. “¿Tienes sed? ¿Quieres beber un poco de agua?”
“No.” Cindy era terca, pero se humedeció los labios.
De hecho, tenía sed.
Hacía calor y no había bebido agua en todo el camino.
Sin embargo, como había dicho que no tenía sed, no le pediría agua.
“Conseguiré un poco”. Raymond la vio lamiéndose los labios.
Cindy no dijo nada.
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